Las grandes cadenas hoteleras de la Costa Blanca han decidido volver a contratar plazas para el próximo invierno y el verano de 2003 con las pequeñas agencias británicas, en un intento por romper el monopolio que ha impuesto el grupo alemán Preussag desde que comprara el tour operador inglés Thomson en 2000. Las presiones recibidas para mantener e incluso bajar los precios tras la crisis provocada por los atentados de Nueva York y el endurecimiento de las condiciones para firmar lo contratos -desaparición en ocasiones de la cláusula de la garantía de ocupación- han generado un gran malestar entre los empresarios.
Las grandes cadenas hoteleras de la Costa Blanca han decidido volver a contratar plazas para el próximo invierno y el verano de 2003 con las pequeñas agencias británicas, en un intento por romper el monopolio que ha impuesto el grupo alemán Preussag desde que comprara el tour operador inglés Thomson en 2000. Las presiones recibidas para mantener e incluso bajar los precios tras la crisis provocada por los atentados de Nueva York y el endurecimiento de las condiciones para firmar lo contratos -desaparición en ocasiones de la cláusula de la garantía de ocupación- han generado un gran malestar entre los empresarios. La coyuntura favorece, además, a la nueva situación debido a que gracias al «boom» de las compañías aéreas de bajo coste, tour operadores que antes no tenían acceso a los grandes grupos de turistas, pueden ahora trabajar con ellos tras firmar alianzas con líneas como Easyjet y Go, lo que les asegura capacidad de transporte, según apuntan fuentes del sector. Los empresarios han aprovechado la situación para firmar los primeros contratos, aunque Preussag continúe siendo el principal proveedor de clientes. No obstante, el objetivo de las cadenas es intentar encontrar alternativas comerciales de cara a próximas negociaciones de los precios y cupos de turistas en los cambios de temporada. La concentración de los tour operadores y la recuperación de mercados -Turquía bajó este verano sus precios un 50%- y la aparición constante de nuevos destinos de sol y playa controlados por las empresas con aviones propios, ha colocado a los hoteleros en una situación delicada a la hora de negociar sus plazas. Uno de los ejemplos de la nueva colaboración con agencias pequeñas lo constituye el tour operador MayTravelGroup, que desde el 1 de noviembre volará diariamente con un Airbus-320 entre El Altet y el aeropuerto de Birmingham, próximo a ciudades como Coventry, Oxford o Nottigham. El mayorista oferta ya mediante internet y una central telefónica, vuelos y estancias en la Costa Blanca.
El grupo alemán Preussag, que domina el accionariado del tour operador TUI, se ha convertido en el principal cliente de la industria turística de la Costa Blanca, donde ejerce un férreo control sobre más de la mitad del mercado extranjero. Y todo ello, sin que apenas se vean turistas alemanes.
Tal paradoja ha sido posible gracias al ambicioso plan de la compañía turística, la primera de Europa y, probablemente del mundo. TUI adquirió en 2000 el grupo británico Thomson, el operador que con más de un 35% de cuota de mercado en Benidorm domina ampliamente el mercado turístico. Pero además de Thomson, la Tourist Union International posee la mayoría del capital de uno de los principales mayoristas escandinavos, Fritidsresor, de amplia implantación en Benidorm. Y por si fuera poco, TUI es propietaria de la mitad de las acciones del operador belga Jet Air y de la totalidad de los holandeses Arke Reizen y Holland International, además de casi copar el mercado francés. (F.J.B., diario Información, 10/10/02)
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