El Gobierno de Brasil reduce su participación en cinco aeropuertos del país
Justifica esta decisión por las dificultades económicas que atraviesa la nación
Publicada 28/08/15El Gobierno de Brasil ha anunciado que venderá al menos el 10% del 49% de capital que posee en Infraero, compañía que gestiona los aeropuertos del país, debido a la difícil situación económica, según informó la secretaría de Aviación Civil.
Los aeropuertos afectados por la decisión son Guarulhos -municipio del estado de Sau Paulo-, Brasilia, Confins -en la región metropolitana de Belo Horizonte-, Galeao -en Rio de Janeiro- y Viracopos -a 100 kilómetros de Sao Paulo-, según recoge la prensa local.
El Banco de Brasil ya ha concluido un estudio aprobado por el ministro brasileño de Planificación, Presupuestos y Gestión, Nelson Barbosa.
Infraero prevé que las concesiones de estos cincos aeropuertos empiecen a reportar dividendos en cinco años. Será a partir de 2020 cuando se podrá volver a invertir en mejorar las terminales aeroportuarias.
Los aeropuertos de Brasil han registrado buenos resultados hasta la fecha. Durante el primer semestre del año alcanzaron la cifra récord de 107,7 millones de embarques y desembarques, un 3,36% más que en el mismo período un año antes.
Pérdidas
Sin embargo, el Gobierno brasileño anunció esta medida debido a las pérdidas de entre 112,1 millones de euros y 124,5 millones de euros que sufren este año los 60 aeropuertos del país y que deben ser cubiertos por el Estado.
El pasado mes de enero, se debían cerca de 37,3 millones de euros a dos de las empresas a cargo de las obras en varios aeropuertos, un pago que el Estado debería haber afrontado en diciembre del año pasado, según informa el medio local "Globo".
Las medidas de reestructuración se tomarán antes de la concesión de los aeropuertos de Porto Alegre, Florianópolis, Salvador y Fortaleza, un proceso culminará el 1 de septiembre de 2016 y en la que el Estado podría mantener entre el 15% y el 49% del capital total, según informa "Floha de S.Paulo".
Ya en 2011, Brasil estudiaba permitir la inversión privada en Infraero, operación que finalizó en 2012. El Gobierno brasileño mantuvo un 49% del capital de los cinco aeropuertos afectados por la decisión, cada una participado por otras iniciativas privadas con distintos pesos sobre el total.
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