“El sector se recupera porque se están haciendo las cosas francamente bien"

¿Podría describirnos cuál es el panorama de la hotelería actualmente en la Comunidad de Madrid?

El hospedaje madrileño está viviendo unos momentos de máximo interés porque todavía no hemos salido de esta crisis. Llevamos para más de tres años, y esto nos tiene ocupados y algo preocupados. Por otro lado, también vemos que la demanda turística hacia Madrid no deja de crecer, sigue siendo la comunidad autónoma española que mayor crecimiento registra y esto es muy positivo. En este escenario, el hotelero madrileño se esfuerza en dar sobre todo calidad y hacer algo que es realmente hoy imprescindible: estar cada día más cerca del cliente, compromiso por y para el cliente. Todo ello, dentro de una gran armonía entre precio y calidad, es lo que hace que nuestros hoteles sean hoy muy competitivos y muy convenientes para nuestros visitantes.

¿Cree que hay sobreoferta en la planta hotelera madrileña?

Sí. La demanda turística de Madrid está creciendo a un ritmo francamente bueno. Pero también la oferta está creciendo y lo hace de una forma un tanto desordenada. También es verdad que muchos de los establecimientos que hoy se están abriendo en Madrid no son fruto de un planeamiento de los últimos dos o tres años, sino que son fruto de períodos anteriores de gran bonanza y que mucho empresario ha cruzado el punto de retorno y se ha visto obligado a abrir.

¿Qué otros problemas atañen al sector en la Comunidad madrileña?

En clave de esta crisis general, financiera, inmobiliaria, que seguimos viviendo, uno de los problemas que en algunos momentos tenemos es el tema financiero. Los bancos son muy reacios hoy a ofrecer dinero, y ello provoca en algunos casos la falta de reinversión en mantenimiento, en puesta al día de los establecimientos, y en otros casos, la falta de tesorería de circulante para seguir apostando por la calidad, por el servicio. Otro de los problemas que tenemos es la competencia ilegal, alegal y desleal, a la que estamos sometidos de una forma tremenda, cada día mayor. En Madrid hay del orden de 3.000 viviendas residenciales que sin ningún tipo de licencia, están comercializándose en el mercado como si fueran establecimientos hoteleros, sin ofrecer ninguna garantía para el usuario, sin ningún tipo de seguridad. Por otro lado, tenemos el tema de estas carpas que, con la permisividad de ayuntamientos y autoridades, están realizando una actividad industrial de restauración, acogiendo actos sociales sin tener las preceptivas licencias y reglamentaciones. Cada vez son más, hemos identificado del orden de 40 ó 50 instalaciones alrededor de Madrid.

¿Y qué se podría hacer desde la asociación para evitarlo?

En colaboración con nuestra asociación hermana AMER, Asociación Madrileña de Empresas de Restauración, estamos coordinando decididamente distintas acciones, hemos denunciado a algunas de estas fincas y estamos esperando por parte de autoridades, administración y tribunales la respuesta contundente necesaria. Por otro lado, también estamos tomando una serie de medidas para dirigirnos a los medios de comunicación y advertir al consumidor del peligro que entrañan estas instalaciones.

En el lado positivo, ¿cuáles diría que son los principales atractivos de la hotelería de la comunidad frente a otros destinos?

Decididamente Madrid tiene un magnífico presente, turística y hoteleramente hablando, y un futuro todavía más prometedor. Las fortalezas de nuestro destino turístico están fundamentalmente en su gente. El madrileño, la madrileña, es una persona muy hospitalaria. Madrid es una ciudad abierta, es un crisol de culturas, de regiones, de provincias, de pueblos, no sólo de España, sino de todo el mundo. Esto hace que culturalmente tenga una gran riqueza, ya no sólo en el aspecto arquitectónico. Otro de sus grandes valores es el de la gastronomía. Además hoy pocas ciudades que pueden decir que disfrutan de unas infraestructuras viarias, de comunicación, como tiene Madrid. A eso hay que añadir los esfuerzos que se han hecho por el bicentenario de la Gran Vía y las dos candidaturas de las Olimpiadas 2012 y 2016, cuyo éxito, que va más allá de haber ganado o no, ha sido que hemos sido durante muchos meses portada en periódicos internacionales, haciendo de Madrid una ciudad conocida y reconocida mundialmente. Ahora la comunidad está con la candidatura para organizar la Rider Cup 2018, el próximo 17 de mayo se decidirá en Londres que ciudad será la sede del evento. Todos estos elementos hacen que Madrid sea un destino conocido y deseado. A eso hay que añadir que todos los estudios de los que disponemos demuestran que un altísimo número de nuestros visitantes, sobre todo extranjeros, muestran una gran satisfacción a lo largo de su estancia en Madrid. Tenemos millones de prescriptores, millones de apóstoles que van predicando y recomendando el destino Madrid. Todo esto explica la fortaleza que tenemos ahora en cuanto a demanda.

Y los inversores también están mostrando su interés por Madrid…

Sí, Madrid podemos decir coloquialmente que se ha “desesperezado”, se ha quitado la pereza y ha empezado a competir en todo los mercados, en el económico, en radicación de empresas en nuestra comunidad, en el turismo… Las cifras demuestran que hoy es una ciudad y una potencia económica con un parao muy inferior al del resto de España, con unas inversiones muy superiores al del resto del país y una serie de ratios económicos que demuestran que es una ciudad viva, que es una ciudad que está funcionando francamente bien. Esto lo vemos en el día a día.

¿Cree que se ha iniciado ya de alguna manera la recuperación en el sector?

Sin duda, pero lentamente. El sector se está recuperando porque en general se están haciendo las cosas francamente bien. Y el futuro nos va a pertenecer. Vamos a ser la tercera gran ciudad de Europa inmediatamente detrás de Londres y París, este es un gran objetivo y lo vamos a conseguir, sin duda. El trabajo que se está realizando y el rigor con que se está haciendo van en esta dirección. El liderazgo no lo disfrutamos en este momento del todo, pero yo diría que en cinco años de seguir en esta política estaríamos en la senda de esta liderazgo que todos perseguimos.

¿Podría hacernos una autovaloración de su labor durante estos catorce años como presidente de la AEHM?

Después de 34 años participando de forma activa en el asociacionismo y de estos 34 años, catorce al frente de la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid, más de ocho al frente de las Comisiones de Turismo de la Cámara de Comercio y de CEIM/CEOE…, a la hora de hacer balance tengo un sabor agridulce. Un sabor agridulce porque hay tanto que hacer que por mucho que uno haga… Hoy el mundo es tan rápido que cuando haces una cosa ya es obsoleta, vivimos en un supuesto y permanente mañana, es vertiginoso. Entonces esto te da cierto sabor agrio, la sensación de no haber llegado a todo lo que quería llegar. Por otro lado, el aspecto dulce es que sin duda habré cometido muchos errores, pero siempre por mis limitaciones, nunca por mi mala fe o intereses espurios. Siempre me he dedicado por mi formación al bien común, al respeto y a la defensa de los intereses legítimos del empresariado, que es el gran motor del empleo y de la riqueza de nuestro país, sin complejos, pero nunca pensando en una empresa o en un proyecto determinado, siempre pensando en esta responsabilidad social corporativa que tenemos que tener todos. Debemos crear riqueza, pero al mismo tiempo debemos saber repartirla. Tenemos que ser fundamentalmente competitivos, pero innovadores e innovar es para mí también solidaridad. Para mí este es el gran reto y yo, un servidor, esto si lo he hecho, dedicarme con todo el conocimiento, con toda mi capacidad a este bien común y a este permanente reto de hacer una sociedad más prospera, más libre, más solidaria.

¿Por qué toma la decisión de no presentarse a las próximas elecciones de la patronal?

Ha sido fruto de una gran reflexión. Yo creo que definitivamente lo único permanente de nuestras vidas es el cambio. Yo estoy cumpliendo años y creo que los relevos en los puestos de representación, presidencia, etc., son más que saludables, más que necesarios, gente joven, nuevas ideas, nuevos proyectos tienen que aflorar. Esto fundamentalmente es lo que me ha decidido a decir: “Jesús, has estado catorce años al frente, ahora reglamentariamente tienes que convocar elecciones, ahora es el momento de no presentarte más”. Y como decía en una carta de despedida a mis queridos colegas y a mis asociados creo que lo difícil no es llegar, lo difícil hoy es saber salir.

¿Qué medidas propondría para mejorar la competitividad de Madrid como destino?

Acabamos de hablar del cambio. Pero no sólo hay que aceptar el cambio, hay que gestionarlo y liderarlo. En público y ante en los medios de comunicación hablamos de I+D+I y de calidad de forma recurrente. Dejemos de hablar de ello y hagámoslo. Tenemos que ser competitivos y para ser competitivos tenemos que ser innovadores. No podemos competir con otros mercados emergentes o no, Egipto, Turquía o Caribe, por precio, es un error. Tenemos que competir innovado, siendo diferentes, mejores, más rápidos, más cercanos con el cliente.

Esta entrevista podrá encontrarla en el número especial de Madrid que publicará HOSTELTUR.