El atentado registrado en Bali va a generar una nueva caída en la demanda turística, prolongando así la crisis abierta hace un año con los ataques a Estados Unidos, según coinciden en señalar todos los representantes del sector. De momento, las agencias de Mallorca están registrando ya "decenas" de cancelaciones con destino a la citada isla de Indonesia, según señaló el responsable del área de turismo emisor de la Asociación de Agencias de Viajes de Balears (Aviba), Mateo Mairata.
El atentado registrado en Bali va a generar una nueva caída en la demanda turística, prolongando así la crisis abierta hace un año con los ataques a Estados Unidos, según coinciden en señalar todos los representantes del sector. De momento, las agencias de Mallorca están registrando ya "decenas" de cancelaciones con destino a la citada isla de Indonesia, según señaló el responsable del área de turismo emisor de la Asociación de Agencias de Viajes de Balears (Aviba), Mateo Mairata. El presidente de esta patronal, Jaime Bauzá, destacó que el atentado de Bali se ha producido en el peor momento posible para las agencias de las islas, ya que estas empresas concentran entre un 40% y un 45% de sus ventas entre el mes de septiembre y la primera quincena de diciembre, dado que los isleños suelen aprovechar la conclusión de la temporada alta en el archipiélago para viajar. Sin embargo, Bauza señaló que el problema radica en que la incertidumbre que este tipo de hechos provoca entre los consumidores hace que las cancelaciones o los cambios de destino puedan afectar no sólo a Bali, sino también, en mayor o menor medida, a otros productos de larga distancia con una alta tasa de población musulmana. Tanto Bauza como Miguel Sendra, de Mundo Jet, advierten que los consumidores están muy sensibilizados ante este tipo de incidentes tras el 11-S, lo que ahora puede acentuar una tendencia ya detectada, consistente en la sustitución de los viajes de largo recorrido por otros destinos más próximos y a los que se asigna un mayor nivel de seguridad, como pueden ser las capitales europeas, con el problema que eso supone para las agencias, ya que los márgenes de beneficios son mayores en los primeros. Por contra, Mairata y Juan Llabrés, de Viajes Llabrés, manifiestan su esperanza de que el problema se ciña a Bali y de que no afecte a la demanda dirigida a otros puntos de la zona. Como ejemplo, el primero destaca que la opción que se está tomando es la de ofrecer a los clientes que habían contratado unas vacaciones a Bali otros destinos alternativos, como Tailandia, Malasia o Singapur. Esta estrategia está siendo seguida por la mayor parte de las agencias de viajes españolas. En cualquier caso, todos coinciden en que la isla de Indonesia ha "muerto" como destino turístico, al menos hasta el próximo año, ya que la demanda a este lugar ha quedado prácticamente suprimida. Sobre este punto, se recuerda que hasta el propio Gobierno español ha hecho pública su recomendación de no viajar por ahora a este enclave. Por su parte, el presidente del Fomento de Turismo, Miquel Vicenç, indicó que uno de los aspectos que habrá que analizar es si la inseguridad que se está generando perjudica únicamente a los denominados "destinos exóticos", lo que entonces podría derivarse en un aumento de las ventas hacia los considerados como "próximos y seguros" -entre los que se incluye Balears- o si por el contrario se generará un retraimiendo en el conjunto de la demanda vacacional, con el deterioro que ello puede suponer para el archipiélago. Las empresas turísticas con sede en Balears coinciden en señalar que un aspecto que eleva considerablemente la gravedad que el atentado de Bali ha tenido para el sector es que "ofrece nuevos argumentos en favor de un ataque a Irak al presidente norteamericano, George Bush", un incidente que, según algunas de las personas consultadas, puede generar una fuerte caída en la demanda turística. Tanto desde las agencias de viajes como desde las cadenas hoteleras se señala que éste ha sido un pésimo ejercicio para el sector debido al recorte en las cifras turísticas generado tanto por la inseguridad abierta tras el 11-S como a las incertidumbres existentes respecto a la evolución de la economía internacional. El incidente registrado en Indonesia, según se añade, no hace más que agravar este problema, que puede tener su punto álgido si finalmente se desata un conflicto bélico en la zona del Golfo Pérsico, tanto por lo que supone de aumento de la conflictividad en esa zona del planeta y por posibles reacciones del fundamentalismo islámico, como por el agravamiento de las tensiones económicas derivadas de un encarecimiento del petróleo. Como ejemplo, se señala que destinos que están registrando considerables aumentos en la demanda gracias a su política de bajos precios, como Turquía o Egipto, podrían quedar anulados debido a este tipo de incidentes. Del mismo modo, la mejoría que se está dando en la contratación de viajes hacia Estados Unidos se vería frenada. Tal y como publicaba hace unos días DIARIO de MALLORCA, las grandes cadenas hoteleras han optado por extremar sus precauciones a la hora de afrontar cualquier posible proyecto de expansión. Según advertía ayer un portavoz de unos de estos grupos, "las empresas del sector hemos decidido aprobar para 2003 unos presupuestos de combate, dado que las previsiones que barajamos son pesimistas". En este aspecto, tanto desde Barceló como desde Sol Meliá o Riu se admite que lo sucedido el pasado fin de semana "reverdece las incertidumbres que se generaron meses atrás con los atentados contra Estados Unidos". En concreto, desde Sol Meliá se subraya que "lo más grave es que contra el miedo no podemos hacer nada. Es un factor que no se puede cambiar gestionando mejor o peor una empresa". Un aspecto sobre el que se abren incertidumbres es el grado de deterioro que un conflicto contra Irak generaría en la demanda turística hacia Balears. (F.G., Diario de Mallorca, 15/10/02)
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