Al sector turístico de Baleares le preocupa el destino de los fondos que recaude la ecotasa

Hace unos días la presidenta del Govern Balear, Francina Armengol, y el vicepresidente Biel Barceló presentaron el documento. Gravará las estancias en hoteles, apartamentos, turismo rural, albergues y todo tipo de alojamientos, y también los cruceristas deberán pagarlo. Se calcula una recaudación de entre 50 y 80 millones de euros al año.

Así se puso de manifiesto durante la segunda mesa de debate en el Foro Turismo 2015+ celebrado en el Club Diario de Mallorca, con el profesor Domènec Biosca como moderador, en torno a los temas centrales de la tasa turística y el alquiler de viviendas turísticas, con la participación de Pilar Carbonell, directora general de Turismo de Baleares; Josep Canals, director general España de COSMO GROUP; Carlos Acosta, Area Manager B2B Sales Balearic Islands en HolidayCheck; Irene Perelló, gerente de APTUR Baleares; José Marcial Rodríguez, director gerente de la Asociación Hotelera de Cala Millor Sa Coma y exdirector de la Agencia de Turismo de Baleares (ATB); Álvaro Middelmann, adjunto a la presidencia de Air Europa; e Ignacio Alcaraz, delegado territorial Baleares del Banco Santander.

Foro Turismo 2015 en El Diario de Mallorca

Las grandes interrogantes sobre la mesa fueron qué destino se le dará a los fondos que se recauden con ese impuesto ecológico, y cómo se utilizará, el procedimiento a seguir, ya que, el artículo 21 del borrador presentado por el Gobierno de Baleares resultaba muy ambiguo y general; según apuntaron varios de los participantes.

Middelmann destacó no estar de acuerdo con la fecha de implantación el próximo año, prevista para el mes de mayo, ya que ello imposibilitaría al hotelero el poder repercutirla, dado que para ese momento ya habría concretado y firmado acuerdos para la temporada 2016 y afectaría sus cuentas. "Considero que es un misil a la línea de flotación del turismo y sobre todo del sector hotelero". Sin embargo, afirmo no estar en contra del impuesto per se. "No comprendo la oposición a esta tasa que, espero, se revierta en el propio sector, en aspectos como el medio ambiente. En este sentido, es importante que nos impliquemos en el destino que se dará a esos recursos"

A José Marcial Rodríguez no le parece una decisión acertada que se agreguen más costes a los visitantes. "No olvidemos que el precio forma parte de la tabla de decisión del cliente y es algo con lo que hay que competir". Asimismo, señaló que no entendía porqué se plantea cobrarle el impuesto a los cruceristas que pasan unas horas en el destino, sin pernoctar, y se eximía a los pasajeros aéreos que llegan en el primer vuelo, están unas horas y se van en el último de la tarde, "por qué a unos sí y a otros no, cuál es la diferencia", se preguntó.

Perelló objetó, por su parte, que se dedique parte de estos recursos a formación cuando ya existen otros fondos para ello.

Carbonell explicó que los cruceristas, si bien no pernoctan, hacen gasto de las infraestructuras y recursos urbanos, ejerciendo presión sobre el territorio y sus residentes; mientras que los pasajeros aéreos que permanecen unas horas suelen venir a participar de reuniones rápidas y no vienen a la ciudad hacer compras, etc.

La directora de Turismo también aclaró que no se trata de una ecotasa o impuesto ecológico sino de un "impuesto sostenible", dirigido a contribuir a la sostenibilidad del turismo de las Islas Baleares a través de la Fundación por el Turismo Sostenible y en la que todo el sector participará poniendo proyectos sobre la mesa, por lo que también van a participar en la decisión sobre el destino de esos recursos.