El juicio contra Carlyle por la quiebra de Orizonia comenzará en 2016
Publicada 23/11/15
Por increíble que parezca, el juicio contra Carlyle por la quiebra de Orizonia, ha estado encallado por no haberse localizado hasta ahora a los responsables de la firma de capital riesgo más famosa del mundo. Finalmente, el Juzgado de Instrucción nº 1 de Palma los han localizado en Luxemburgo y el juicio arrancará en los primeros meses de 2016, según medios baleares.
El proceso judicial se articulará en torno a 11 juicios, uno por cada una de las sociedades cuya quiebra es considerada culpable, del total de 21 que tenía Orizonia. En total, se le reclama a los dueños de Orizonia 160 millones de euros de los más de 2.000 millones que el grupo dejó de deuda. Una quiebra que se produjo, no por la gestión el grupo, que en plena crisis lograba beneficios, sino a la fórmula de apalancamiento con que compró Orizonia Carlyle.
Des este modo se avanza un nuevo paso, tres años después de la quiebra de Orizonia, que dejó la mencionada deuda entre decenas de acreedores y proveedores, y sin trabajo a miles de profesionales, una vez que quedó demostrado que por los concursales de Orizonia que el concurso de acreedores era mayoritariamente culpable, descargado la responsabilidad en la propiedad. Los administradores reconocen que el origen de la quiebra de Orizonia estuvo en el modo en que Carlyle compró a Iberostar mediante apalancamiento.
Y es que el origen de la quiebra de Orizonia está en el principio de aquella operación de hace ocho años. Carlyle sólo pagó 157 millones de euros de los 847 millones que recibió Iberostar. El resto los aportó el fondo a base de créditos, con la intención de ir pagándolos con los flujos de la actividad del propio grupo turístico, lo que se conoce como apalancamiento financiero.
Orizonia pagaba a los bancos el doble de lo que ganaba
De hecho, a la vez que Orizonia iba consiguiendo buenos resultados de explotación año a año, tenía que satisfacer los intereses que debía a los bancos por los créditos de Carlyle en sus siete ejercicios (95 millones de euros el primero, y los sucesivos 84, 69,3; 64,8; 71; 19,6 y 71,6 millones), lo que hace un total de 475,7 millones. Es decir, Orizonia pagaba de intereses el doble de lo que ganaba.
Año a año, Orizonia acumuló un resultado de explotación de 234 millones de euros pero, paralelamente, tenía que pagar los intereses del apalancamiento: 476 millones en total. De hecho, Orizonia estuvo ganando dinero desde que nació en 2006 hasta un año antes de su quiebra, a primeros de 2013.
El grupo obtenía beneficios
De estos siete ejercicios económicos de vida, en seis obtuvo resultados positivos de explotación: 74,7 millones de euros; 65,3; 38,2; 36,4; 28,8 y 31,6 millones respectivamente, y sólo en 2012 registró pérdidas (71,6 millones). En total, el saldo acumulado da unos beneficios de explotación de más de 234 millones de euros, lo que supone una cifra aceptable que garantizaría la actividad del grupo si no fuera por el modo en que fue comprado por par-te de Carlyle y sus socios.
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