España cuenta con "sobrecapacidad" en los aeropuertos, que pone en duda la viabilidad de los nuevos proyectos de infraestructuras aeroportuarias en Castellón y en Ciudad Real y de los recientemente incorporados a la red española de San Javier-Murcia, Huesca-Monflorite o León, según expuso el secretario técnico de Transportes del Ministerio de Fomento, Pablo Vázquez Ruiz de Castroviejo, en el I Congreso de la Industria Aérea Española organizado por la Asociación Española de Compañías Aéreas (AECA).
España cuenta con "sobrecapacidad" en los aeropuertos, que pone en duda la viabilidad de los nuevos proyectos de infraestructuras aeroportuarias en Castellón y en Ciudad Real y de los recientemente incorporados a la red española de San Javier-Murcia, Huesca-Monflorite o León, según expuso el secretario técnico de Transportes del Ministerio de Fomento, Pablo Vázquez Ruiz de Castroviejo, en el I Congreso de la Industria Aérea Española organizado por la Asociación Española de Compañías Aéreas (AECA). Por ello, Vázquez indicó que se debería mejorar la gestión de la capacidad que ya existe y potenciar la intermodalidad (conexión entre diferentes modos de transporte), en lugar de "la construcción excesiva". El secretario técnico de Fomento reconoció que ciertos aeropuertos como Madrid-Barajas o Barcelona-El Prat están saturados, sin embargo, existen otros cuya capacidad está infrautilizada. En este sentido, apuntó que el AVE no supone una solución para el colapso en determinadas infraestructuras aeroportuarias, en alusión directa a El Prat. A su juicio, el AVE y el transporte aéreo no son modos de transporte competitivos, sino complementarios, porque responden a necesidades diferentes (a traslados de corta distancia el primero y de media y larga distancia, el segundo). Respecto a las previsiones de las aerolíneas españolas de que perderán entre el 40 y el 60 por ciento de los pasajeros entre Madrid y Barcelona cuando se ponga en marcha el AVE, Vázquez puntualizó que el descenso podrá ser considerable el primer año, "pero después la demanda se estabilizará y la tensión no será permanente". Las aerolíneas indicaron que en la conexión Madrid-Sevilla, el número de pasajeros pasó de 800.000 pasajeros antes de 1992 a 250.000 pasajeros en 2003.
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