El cambio climático perjudicará al turismo en Baleares a medio plazo
Publicada 25/05/11
Una disminución de la línea de costa, el aumento de la salinidad del mar y de su turbidez y el incremento de los fenómenos climatológicos extremos son algunos de los efectos del cambio climático que ya se están apreciando en Baleares y que a medio plazo tendrán repercusiones para el sector turístico.
Algunos de estos cambios ya se están produciendo en el entorno de las islas, según señala la bióloga y experta en gestión sostenible de los sistemas costeros Silvia Sánchez, que mañana dará una conferencia en Palma Aquarium sobre "El cambio climático y el turismo en Baleares".
Sánchez explica que entre los efectos que ya se han detectado en Baleares destaca la disminución de la línea de costa, que deja una menor superficie de explotación en primera línea, así como el aumento de salinidad y la temperatura superficial del agua que deriva en un mar más turbio y con menos biodiversidad, con lo que "se pierde un valor añadido y un atractivo de las islas".
Estos cambios afectan al sector hotelero, a los puertos deportivos y la náutica de recreo, entre otros ámbitos.
El agua está a 35 grados
"Ya es palpable que está habiendo fenómenos climatológicos extremos muy pronunciados en Baleares, como que en estos momentos tengamos prácticamente 35 grados, y que se van a ir incrementando", advierte Sánchez que recuerda que ya se están registrando máximos históricos de temperaturas.
Cita entre otros ejemplos que se producirá un incremento de las lluvias torrenciales, de las tormentas y otros fenómenos que "provocan desequilibrios en la naturaleza que luego necesitan un tiempo para recuperarse" y que además producen rechazo en los turistas.
Sánchez subraya que no se puede prever si estos cambios se acelerarán o se reducirán con el paso del tiempo porque los datos científicos disponibles hasta ahora sobre el cambio climático tienen un historial muy corto "con lo cual pronosticar a largo plazo es difícil".
La bióloga marina señala que por ejemplo hay una previsión a largo plazo de que la pérdida del litoral será de entre 1 y 5 kilómetros, un baremo muy amplio, y advierte además de que estas tendencias son sensibles a las medidas que están adoptando los gobiernos para que disminuyan los efectos del cambio climático.
Sin embargo advierte de que ya hay estudios del Instituto Español de Oceanografía "que evidencian cómo zonas de Mallorca están perdiendo costa, con playas que en algunos casos por aumento del nivel del mar y en otros por la construcción de infraestructuras, han desaparecido y a la vez están apareciendo acumulaciones de arena en otras".
También ocurre en Ibiza, cerca de Sant Antoni, donde algunas están cambiando su fisonomía.
Sánchez indica que además de incidir en intentar paliar los efectos del cambio climático o reducirlos, el sector turístico deberá afrontar la necesidad de adaptarse con medidas como la diversificación de los productos para evitar la dependencia del sol y playa y el buen tiempo, o el fomento del turismo interior.
La especialista en gestión sostenible de sistemas costeros alaba el comportamiento del sector turístico balear "por su elevada sensibilización en estas cuestiones" como demuestra que es la comunidad autónoma con más certificaciones ambientales en hoteles lo que supone que tienen un comportamiento responsable con el medio ambiente y "están haciendo esfuerzos para reducir su impacto".
"Lo que pueden hacer para intentar no verse afectados económicamente por los impactos que puedan ser negativos por el cambio climático es replantearse la oferta vacacional y diversificarla para poder seguir atrayendo al turista", señala Sánchez.
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