easyJet desarrolla un revolucionario sistema de combustión cero emisiones

Dentro de esa estrategia, la low cost británica se ha fijado nuevos objetivos para 2020, entre los que figuran alcanzar una reducción del 7% durante los próximos cinco años de las emisiones que en estos momentos produce, que son de 81,05 gramos de CO2 por pasajero y kilómetro.

El dato representa un descenso del 28% durante los últimos 15 años y sus portavoces destacan que es producto de "las inversiones realizadas por la aerolínea en tecnologías de última generación, operar de manera eficiente y ocupar la mayor parte de sus asientos", lo cual se traduce en unas emisiones de carbono por pasajero un 22% menores a las de un pasajero de una aerolínea tradicional, volando el mismo avión en la misma ruta.

easyJet probará el nuevo sistema de combustión con su flota.

Por otra parte, easyJet opera con una flota de más de 240 Airbus A319 y A320, con una edad media de sólo 6 años. La aerolínea comenzará a recibir aviones A320neo a partir de junio 2017 que son alrededor de entre un 13 y un 15% más eficientes que los aviones a los que están reemplazando.

Avión híbrido

Para desarrollar el concepto de avión híbrido que ha presentado este martes la aerolínia se ha inspirado en los estudiantes de la Universidad de Cranfield, líder mundial en educación e inspiración en tecnología y gestión, a los que se les pidió desarrollar ideas de cómo veían los viajes aéreos en 20 años, como parte de un concurso para celebrar los 20 años de easyJet en 2015.

easyJet va a trabajar ahora con sus socios y proveedores de la industria con el fin de aplicar tecnología de vanguardia mucho más pronto y poder realizar una prueba a finales de este año. El concepto de avión híbrido utiliza una célula de combustible de hidrógeno situada en la bodega de la aeronave. "Esta iniciativa de un sistema cero-emisiones permitirá que se capture la energía proveniente de los frenos del avión en el aterrizaje y se utilice para cargar los sistemas de batería ligeras cuando el avión esté en tierra, al igual que ocurre en el sistema de recuperación de energía cinética (KERS) utilizado en los coches de Fórmula 1".

Explican que, de esta manera, "la energía puede ser utilizada por la aeronave, por ejemplo, durante el rodaje, sin necesidad de utilizar sus motores a reacción. Alrededor del 4% del total de combustible de la aerolínea consumido anualmente se utiliza cuando los aviones de la aerolínea están en rodaje. Los aviones de easyJet están un promedio de 20 minutos en rodaje por vuelo, el equivalente a cuatro millones de millas anuales, lo que se correspondería a ir y volver de la luna ocho veces aproximadamente".

Refieren que cada avión dispondría de motores en sus ruedas principales y controladores eléctricos y de sistema que darían a los pilotos el control total de la velocidad, la dirección y los frenos de los aviones durante las operaciones de rodaje. "Por lo tanto, el sistema podría reducir, e incluso eliminar del todo, la necesidad de ser remolcados para maniobrar con el avión dentro y fuera de los stands, consiguiendo de este modo ser más eficientes en los tiempos de respuesta e incrementando el rendimiento del tiempo. El único producto de desecho es el agua fresca y limpia que podría ser utilizada de nuevo para volver a llenar el sistema de agua del avión durante el vuelo".

El concepto ha sido desarrollado por el galardonado director de Ingeniería de easyJet, Ian Davies, y su equipo de trabajo, combinado con algunas de las ideas de los estudiantes de la Universidad de Cranfield sobre su visión de la industria aérea para 2035, quienes participaron en un concurso realizado por la aerolínea como parte de las actividades de su 20 aniversario. Compitieron en cuatro categorías: diseño de la cabina, diseño de aeronaves, experiencia en el aeropuerto y experiencia en vuelo. , las cuales suponen soluciones ambientales, mejoras operativas e ideas para mejorar la experiencia del cliente.

Además del revoilucionario sistema carburante, entre algunas de las ideas más innovadoras figuran unas alas dinámicas que cambian de forma durante el vuelo, un recubrimiento muy eficiente hecho con "piel de tiburón" para reducir la resistencia de la superficie y, en la cabina, unos asientos ultra-ligeros hechos de fibra de carbono que incorporan paneles de carga inalámbrica para teléfonos y tabletas.