Castilla y León aprueba una normativa para regular la actividad de los guías turísticos

La nueva normativa se incluye dentro del Plan Estratégico de Turismo de Castilla y León y pretende incrementar la calidad de este destino turístico. Trata de adaptar la regulación del sector a la nueva realidad, que presenta un aumento de la demanda de esta profesión, así como garantizar la protección de los turistas y de los recursos turísticos, evitando el intrusismo profesional y competencia desleal.

Teniendo en cuenta su intervención en el desarrollo y promoción del turismo cultural, la nueva normativa establece requisitos rigurosos, con criterios de profesionalidad, tanto para acceder, como para ejercer la actividad de guía de turismo.

Se reconoce la especialización de los guías de turismo de Castilla y León, como parte de su formación, en las siguientes materias: arte sacro, micoturismo, enoturismo y arquitectura civil. Se busca así ofrecer más ventajas a los visitantes al contar con un servicio profesional de información más cualificado.

Josefa García Cirac, consejera de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León.

Otra de las novedades es el carácter profesional de esta actividad, que se deriva de los requisitos de acceso y ejercicio para contar con una habilitación específica. Ésta se obtendrá tras superar unas pruebas, mientras en otras comunidades autónomas se consigue con la acreditación de determinadas titulaciones universitarias. Cualquier titulación, con nivel de diplomatura, licenciatura o grado, podré participar en dichas pruebas.

El decreto distingue entre guías de turismo de Castilla y León, a losque se exigirá las citadas pruebas; guías de turismo de la Unión Europea, que prestan un servicio o se establecen en esta región, cuyo procedimiento se adecúa a la normativa europea de reconocimiento de cualificaciones profesionales; y los guías de turismo de otras comunidades autónomas o ciudades autónomas, que pueden ejercer su actividad en esta autonomía sin tener que cumplir ningún requisito adicional.

El texto ha sido consensuado por los sectores afectados, ha contado con el informe favorable del Consejo Autonómico de Turismo de Castilla y León, y se ha dado participación a todos los interesados a través de la web de la Junta de Castilla y León.