El País Vasco registró durante este año el mejor agosto de toda la historia del turismo vasco. Las entradas de visitantes a los establecimientos hoteleros aumentaron en un 9,2 por ciento, alcanzando la cifra de 460.672 personas, mientras que las pernoctaciones se incrementaron en un 9,1 durante el cuarto trimestre del ejercicio, alcanzando las 903.814.
El País Vasco registró durante este año el mejor agosto de toda la historia del turismo vasco. Las entradas de visitantes a los establecimientos hoteleros aumentaron en un 9,2 por ciento, alcanzando la cifra de 460.672 personas, mientras que las pernoctaciones se incrementaron en un 9,1 durante el cuarto trimestre del ejercicio, alcanzando las 903.814. El consejero de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, explicó ayer en rueda de prensa en Bilbao que, durante los meses de julio, agosto y septiembre se confirmó la tendencia de "notable recuperación" del turismo en el País Vasco, al crecer por cuarto trimestre consecutivo. Así, los datos fueron un 1,9 por ciento superiores en la época estival respecto a las misma temporada de 2001. En los tres meses de verano, tanto las entradas como las pernoctaciones aumentaron en todos las provincias vascas, siendo Vizcaya la que registró los mejores resultados, con una subida del 12 por ciento en entradas y del 13,9 en pernoctaciones, respecto al trimestre anterior. Salvo los visitantes catalanes, que disminuyeron en un 1,3 por ciento, los turistas provenientes de otras comunidades aumentaron de forma considerable: Madrid en un 13,8 por ciento, Castilla León en un 6,5 y la Comunidad Valenciana en un 21,7 por ciento. La capital sigue siendo el origen principal de las personas que acuden a visitar la comunidad vasca. Durante la época estival también aumentó el número de visitantes extranjeros, salvo los procedentes de Estados Unidos y Canadá, que disminuyeron en un 17,7 por ciento debido a la importante reducción registrada en el turismo transoceánico tras los ataques terroristas del 11 de septiembre. Asimismo, los datos del turismo rural también fueron positivos, ya que las entradas fueron de 29.487, lo que supuso un aumento del 23,8 por ciento y las pernoctaciones en un 18,1 por ciento, alcanzando la cifra de 93.842. Gipúzcoa fue el territorio que obtuvo los mejores resultados, con unas subidas del 40 y del 23 por ciento, respectivamente. Los visitantes nacionales en establecimientos rurales aumentaron en un 22 por ciento, aunque los extranjeros disminuyeron en un 2 por ciento. El número de entradas en establecimientos hoteleros en el periodo de enero a septiembre de 2002 también aumento en un 9,4 por ciento, llegando a alcanzar 1.161.397, siendo 782.882 procedentes de diferentes puntos del Estado español y 378.515 extranjeros. Al igual que en los hoteles, el turismo rural obtuvo, en este mismo periodo, un incremento del 16,8 por ciento, siendo 46.620 los visitantes estatales -el 89,2 por ciento del total- y 6.298 los extranjeros, el 10,8 por ciento del total. Ante estos datos, Imaz destacó la recuperación del turismo en Euskadi, porque, a su juicio, las tendencias turísticas están cambiando, de forma que el turismo de "sol y playa" tuvo peores evoluciones durante este verano en favor del turismo más especializado. Según explicó, el País Vasco tiene una importante oportunidad de crecimiento en el sector del turismo de Congresos y en el de Ocio, por lo que apostó por profundizar en las líneas de trabajo iniciadas respecto a la promoción turística de la Comunidad. Tras destacar la profesionalización y la calidad del sector, destacó que este mes de agosto fue el mejor de la historia del turismo vasco, superando incluso los datos registrados en agosto de 1999, que "recordamos con añoranza por otros motivos", en referencia a la tregua de ETA. Pese a lo positivo de estos datos, Josu Jon Imaz explicó que ha sido la tendencia de los últimos cuatro trimestres y, aunque a tener en cuenta, es necesario observar los datos de un periodo más largo de tiempo, ya que hay determinados sectores que pueden afectar al turístico que están en clara desaceleración. Por último, apostó por no caer en la "euforia ni en el triunfalismo", aunque destacó que el turismo vasco "sigue consolidando posiciones".
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