El Imserso reparte culpas sin asumir responsabilidades

A finales de enero este diario daba la primicia de que Mundiplan cancela viajes del Imserso a Canarias por falta de hoteles. Los casos de cancelaciones se repitieron hasta febrero, y en esas semanas Mundiplan dio explicaciones y alternativas, mientras que el Imserso emitía algunos comunicados sin concretar soluciones ni medidas. Este diario solicitó una entrevista con el director del Imserso, César Antón, hace un mes, recibiendo el silencio por respuesta.

Mundiplan explicó que, debido al gran retraso que sufrió el concurso para la adjudicación de los tres lotes de los viajes (Mundosenior se quedó con costas e interior y Mundiplan con islas), la UTE liderada por Iberia contrató plazas de hotel en Canarias, pendientes de pago hasta más adelante, pero los hoteleros, ante el retraso en el pago por haberse dilatado muchos meses el concurso, no aguantaron la incertidumbre y vendieron -a mejor precio- parte de esas plazas a otros turoperadores, principalmente europeos, cuya demanda a Canarias creció ante los acontecimientos en otros destinos, como Turquía. Y para ponerle remedio, Mundiplan buscó otras alternativas a Tenerife y Lanzarote, añadiendo a su programación más plazas en Baleares y Gran Canaria y añadiendo La Palma.

Por su parte, el Imserso culpó a Mundiplan, asegurando que la UTE tenía la obligación de cumplir los requisitos exigidos para el servicio contratado, mientras que, curiosamente, los hoteleros culpaban al Imserso, asegurando que “las razones que han provocado esta situación apuntan al problema generado por el propio Ministerio en la resolución del concurso hace algunos meses, con demandas cruzadas entre las dos UTE que concurrían a esta licitación durante el verano de 2015. El retraso de más de dos meses en la resolución y la consiguiente puesta a la venta de los paquetes han generado los problemas que ahora se denuncian”.

Lo último que se sabe por parte del Imserso es que a finales de enero, en plena sucesión de cancelaciones, envió una carta a Mundiplan “ para pedirle explicaciones, para requerirle justificación de por qué se han producido y para exigirle que cumpla el contrato en los estrictos términos que lo rigen a fin de que se realicen todos los viajes programados”, asegura el instituto, que añade que “de estas actuaciones se ha dado cuenta a los órganos consultivos y de participación y vigilancia de la gestión como son el Consejo Estatal de las Personas Mayores (lunes 25) y la Comisión Ejecutiva del Consejo General del Imserso (martes 26)”.

Sede del Imserso, Madrid.

Lo siguiente que dijo el Imserso fue un mes después, cuando el 27 de febrero comunica que autoriza los cambios de destinos aplicados por Mundiplan, y se confiesa “responsable del Programa y garante de los derechos de los usuarios”, y como única solución recordaba a los usuarios los derechos de reclamación con que les apara la normativa vigente en la materia.

Y, unos días después, resulta digno de mención el comentario que hace en este diario un usuario de los viajes del Imserso que comenta lo siguiente: “¿Alguien me puede explicar cómo es posible que después de habernos cancelado Mundiplan el viaje a Lanzarote estemos en el mismo hotel y las mismas fechas 15 personas como mínimo? Eso sí, por nuestra cuenta y algunos contactando directamente con el hotel”.

¿Es responsable el Imserso?

Así las cosas, y una vez claras las responsabilidades de Mundiplan, que ha llevado a cabo las cancelaciones aplicando la normativa legal que marca la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, cabe preguntarse por la responsabilidad del Imserso. A fin de cuentas, el turoperador es una UTE integrada por Iberia, Gowaii, Alsa e IAG7, que son empresas privadas en busca de rentabilidad, y que han tenido que afrontar una difícil situación a causa de todo lo sucedido en el concurso del Imserso.

Pero los viajes del Imserso son subvencionados en un 21% de su precio y promovidos por una entidad pública en cuyo ADN está el ‘interés social’. Cabe preguntarse qué responsabilidad afrontará el Imserso ante cientos de jubilados que se han quedado sin vacaciones, y ante el propio sector que se ha visto perjudicado por una cuestionable gestión del concurso.