La moratoria limitará la inversión en Barcelona a “caprichosos y multimillonarios”
Los hoteleros piden la colaboración de Airbnb para hacer aflorar la economía sumergida
Publicada 17/03/16
La moratoria turística en Barcelona, que Colau acaba de prorrogar otro año, según ha publicado HOSTELTUR noticias de turismo, va a provocar, en palabras del presidente de CEHAT (Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos), Joan Molas, “una inflación de precios innecesaria. Así, invertir en Barcelona va a quedar sólo para caprichosos y multimillonarios, por lo que se va a producir un parón en las inversiones”. La moratoria de Barcelona, ¿previene una burbuja o la encubre?
El segundo efecto que tendrá la moratoria, según Molas, será favorecer que exista “más economía sumergida, mal llamada colaborativa, pese a los esfuerzos que están realizando la Dirección General de Turismo de Cataluña y el Ayuntamiento de la ciudad”.
La moratoria va a suponer, según Molas, "una inflación de precios innecesaria y un parón en las inversiones".Por ello pide a Airbnb “máxima colaboración para que facilite a Hacienda la información de los pagos que se realizan a través de su plataforma para que pueda cruzar los datos y aflore de este modo el fraude”.
Informe “grotesco” de la CNMC
La pasada semana Competencia recomendó que se eliminaran las restricciones a las viviendas turísticas y al transporte, si bien el secretario general de CEHAT, Ramón Estalella, ha explicado que “no es un informe en sí, sino la apertura de un proceso de consulta para posteriormente emitir ese informe, aunque expertos con los que hemos hablado dudan que la CNMC finalmente lo saque”.
Aún así Molas lo ha definido como “grotesco” y que “demuestra que desconocen absolutamente la realidad del sector”, por lo que espera que “finalmente se modifique”, advirtiendo que “a través de la CEOE decidiremos las determinaciones o medidas que debamos adoptar”.
El presidente de CEHAT ha aprovechado la ocasión para volver a pedir una regulación de ámbito europeo para esta actividad, al mismo tiempo que una desregulación del sector hotelero, ya que “no es justo que un hotel tenga que cumplir con 240 leyes y permisos y otros sólo necesiten una declaración responsable para ejercer una actividad similar”.
Y es que, ha concluido Estalella, “es una actividad económica como otra cualquiera y compite como otra cualquiera, pero hay que nivelar el terreno de juego ante el problema de competencia existente generado por la propia Administración”. No en vano, como ha recordado Molas en referencia a Airbnb, “una empresa con una capitalización en Bolsa de 26.000 millones es un negocio puro y duro”.
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