Estadísticas turísticas: el reto de medir el verdadero impacto
Un trabajo de la Escuela de Organización Industrial y la Universidad de Nebrija propone nuevos indicadores
Publicada 20/03/16Las grandes cifras del turismo en España suelen estar unidas a los grandes volúmenes de viajeros, pero no expresan el beneficio del sector. Sin embargo, una actividad tan esencial para la economía requiere indicadores de eficiencia y rentabilidad. Así lo plantea un trabajo conjunto de la Escuela de Organización Industrial y la Universidad Nebrija, que pone el foco en el análisis del municipio.
España es una potencia turística mundial. Las últimas estadísticas confirman su tercera posición en el ranking global, por detrás de Francia y Estados Unidos. Nuestro país cerró 2015 con la cifra histórica de 68 millones de visitantes extranjeros, que realizaron un gasto de 67.385 millones de euros, un 6,8% más que un año antes, según datos del INE.
Sin embargo, esa cuantía no se corresponde con el impacto que tuvo en nuestra economía, ya que incluye tanto los pagos realizados en el destino como en el mercado de origen destinados a organizar el viaje a nuestro país. Los datos sobre el verdadero impacto son los que ofrece la balanza de pagos del Banco de España, que recoge el gasto que los turistas extranjeros realizan en los enclaves españoles y que en 2015 se cifró en 50.900 millones de euros.
Surge así una vieja cuestión: ¿cuenta España con unas estadísticas adecuadas? Y no es un interrogante menor, si se tiene en cuenta el papel que esta disciplina juega para empresas y administraciones como herramienta para orientarles en sus decisiones.
Para Manuel Figuerola, director del doctorado en Turismo de la Universidad Nebrija, España “tiene el mejor sistema estadístico del turismo en el mundo”. Y la razón es clara, “no es que los demás no sepan hacerlo, es que no valoran el turismo como se hace en España por el peso que tiene en la economía”, añade. No obstante cree que no se obtiene el suficiente partido de las estadísticas y apuesta por ampliarlas y mejorarlas.
Con este objetivo, la Escuela de Organización Industrial (EOI) y la citada Universidad han impulsado un trabajo conjunto: “Medición del impacto del turismo en la economía, el empleo y el medio ambiente en el ámbito local”, coordinado por Figuerola.
La principal aportación del libro es que pone el foco en la necesidad de conocer con más detalle el comportamiento del municipio, como unidad receptora de llegadas y punto de generación de desarrollo. Consideran que la falta de información y conocimiento causa desajustes y desequilibrios que urge resolver si se espera que el turismo mantega su potencial como generador de riqueza y desarrollo.
Herramienta de gran utilidad
El informe indica que, además de valorar las repercusiones económicas, se deben tener en cuenta los impactos sociales y ambientales, y establece indicadores para medirlos con más precisión. Por ejemplo, considera que analizar los rendimientos del trabajo, en el ámbito del empleo turístico, permite controlar la productividad de los trabajadores e identificar el indicador de competitividad con la calidad en el servicio.
En este sentido, propone un índice de competitividad que desde la demanda mida el nivel de satisfacción que recibe el viajero, teniendo en cuenta el coste o esfuerzo que supone el precio.
Mejorar el conocimiento
Plantea también que se valore la evolución del presupuesto destinado por un municipio al turismo con el fin de conocer la importancia que tiene el sector en el mismo. Igualmente, entre otras consideraciones, cree conveniente conocer en qué medida el crecimiento de un municipio depende de la variación del nivel de renta disponible en los mercados emisores o evaluar la concentración territorial al objeto de medir la ocupación de suelo por parte de los alojamientos turísticos y cualquier otra clase de oferta turística.
El informe desarrolla seis ejemplos prácticos a los que aplica los nuevos indicadores, tres municipios de costa -Marbella, San Bartolomé de Tirajana y Benidorm- y tres de interior -Madrid, Segovia y Ronda,- en los que se ha utilizado la nueva metodología para evaluar el flujo de visitantes que reciben.
El informe destaca que el análisis de las cifras y resultados de los últimos años evidencia que en el sistema turístico español falta conocimiento. Existe “mucha confusión y ruido sobre los resultados de la realidad turística”, indica, en referencia a la práctica de medir la evolución del sector por el volumen de turistas extranjeros que nos visitan. Se tiende a pensar que a más viajeros, el comportamiento de esta actividad es mejor.
Desde el momento en que empezó a despuntar, el turismo se ha proyectado a través de las cifras de movimientos de viajeros y no se ha perfeccionado la estadística ni mejorando su representación cuantitativa por medio de índices económicos o de producción, a nivel local, por lo que los autores del libro apuestan por no magnificar los datos de desplazamientos que no expresan el beneficio del destino.
Traspaso de estadísticas al INE
Por otro lado, desde el pasado año, las estadísticas Familitur, Frontur y Egatur -competencia hasta ese momento del Instituto de Estudios Turísticos y gestionados por Turespaña-, son responsabilidad del INE, que se ocupa también de las pernoctaciones hoteleras, su índice de precios y de los usuarios del transporte. Una decisión con la que se pretendía mejorar la información. Sin embargo, para Manuel Figuerola, es un error, “tengo gran confianza en el INE, pero no aporta nada a las estadísticas del turismo, diría incluso que las ha perjudicado, ya que antes estaban en un entorno de especialistas”.
Este reportaje forma parte de la revista HOSTELTUR de marzo y puede descargarse en el PDF adjunto.
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