España: Fomento destina 439.000 euros para evitar nuevas inundaciones en el centro de control aéreo de Barcelona

El secretario de Estado de Infraestructuras, José Blanco, informó la pasada semana durante su comparecencia en la Comisión de Infraestructuras del Congreso, que el Ministerio de Fomento invertirá 439.000 euros en diversas actuaciones, ya puestas en marcha, para impedir que el centro de control aéreo del aeropuerto de Barcelona vuelva a sufrir una inundación similar a la producida entre los pasados días 8 y 10 de octubre. Blanco informó de que las "fuertes lluvias" registradas durante tres días y el rayo que cayó el día 10 en el centro de emisoras del centro de control provocaron la cancelación de 467 vuelos y que sólo el 15 por ciento de los vuelos fueran puntuales. Aena recibió 166 reclamaciones debido a las carencias en el servicio en el aeropuerto en estos días, que se debieron tanto a las fuertes lluvias, como a la ubicación desafortunada del centro de control, que además tiene sus equipos en el nivel más bajo del edificio, y al deficitario mantenimiento de las vías de desagüe y evacuación de aguas aledañas al aeropuerto, cuya competencia corresponde a la Generalitat, explicó el secretario de Estado. Para evitar la repetición de esta situación, que se dió también en 1983 (según informó el diputado del Grupo Socialista José Segura), Aena ha tomado medidas transitorias hasta que se ponga en funcionamiento el nuevo centro de control aéreo de Gavá, prevista para finales de 2004. Entre estas actuaciones destaca la mejora de los accesos al centro de control; nuevos equipos y vías de evacuación y achicamiento de aguas pluviales; medición de los niveles de las lagunas próximas a las pistas del aeropuerto; la elevación de las instalaciones eléctricas y la adquisición de un sistema electrógeno móvil, que garantice en situación de emergencia el suministro eléctrico. En este sentido, Blanco destacó que Aena ya conocía la inadecuada ubicación del centro de control e inició en febrero de 2001 la construcción de un nuevo centro de control en el que invertirá 126 millones de euros, que estará construido con las precauciones necesarias para evitar problemas provocados por tormentas (lluvias o rayos), además de con equipos más sofisticados de seguridad y de un centro de contingencias para asumir el control en casos de emergencia.