Mallorca, primer destino vacacional en España para Airbnb

En Mallorca una gran mayoría de los viajeros que se alojaron en una casa vacacional anunciada en Airbnb fueron europeos procedentes principalmente de Alemania y Holanda, o ciudades como París, Londres o Zurich.

La pasada Semana Santa 3.700 visitantes llegaron a Mallorca tras reservar un alojamiento vacacional anunciado en Airbnb, casi dos veces más que en el mismo periodo de 2015 y tres veces más que en 2014. Un crecimiento muy parecido al registrado durante la temporada de verano, de junio a septiembre. Así, el verano pasado se alojaron en pisos de uso turístico anunciados en Airbnb 45.000 personas, más del doble que en 2014 y seis veces más que en 2013. El anfitrión típico de una vivienda vacacional en Mallorca ingresó 4.800 euros en 2015.

La oferta en destinos puramente vacacionales representa un 38% de la española presente en Airbnb.

Airbnb ha experimentado en los últimos años un rápido crecimiento. Prueba de ello es que más de 80 millones de personas en todo el mundo utilizan la plataforma para encontrar alojamiento en una residencia particular o en una vivienda vacacional. Aunque una parte importante de este crecimiento se ha producido en anuncios de alojamientos en ciudades o entornos urbanos, en los últimos años los destinos vacacionales, tanto de interior como rurales y de playa, tienen cada vez un mayor peso en la plataforma. En España, en concreto, los mercados típicos de oferta vacacional no urbana representan el 38% del total.

Mercado vacacional

La dinámica del mercado y los viajeros que escogen este tipo de destinos poseen sus propias particularidades. Una de ellas es el tamaño del grupo de viaje y la duración de la estancia, ya que más del 70% suele viajar en familia, o un grupo mínimo de tres personas, y hospedarse casi seis noches de media. La otra es el tipo de propiedad: los viajeros quieren alojarse en un espacio que parezca un hogar, que tenga privacidad y un espacio mucho mayor que un alojamiento tradicional.

A nivel mundial el mercado de alquiler vacacional solo está gestionado en un 50% por profesionales y el 70% de las propiedades no llega nunca al mercado. Los principales problemas que se encuentran los dueños que desean alquilar una segunda residencia y los profesionales que gestionan vivienda vacacional es la baja ocupación por los problemas de conectar oferta y demanda.

En este sentido, es especialmente relevante que mientras el 73% de los viajeros reconoce que busca en internet este tipo de oferta, sólo el 24% consigue finalmente hacer una reserva, y esto es debido a que la experiencia tanto de la reserva como del propio viaje no son satisfactorias, según apuntan desde Airbnb.