Airbnb vs. hoteles en seis gráficas

El crecimiento de Airbnb es significativo pero deja sin respuesta si se produce a expensas del negocio hotelero tradicional o genera el suyo propio. En contra de ello, por supuesto, se encuentra el ambicioso crecimiento de las marcas hoteleras en ciudades como Nueva York, donde han estado incrementando su oferta a un rápido ritmo de doble dígito en los últimos seis años. Aún así, según la Asociación de Hoteles de la ciudad, Airbnb genera un impacto negativo de 1.900 millones de euros en los hoteles de Nueva York, como publicó HOSTELTUR noticias de turismo.

Aquí es donde podemos ver los beneficios de ser privado frente a ser público: no importa el éxito que tengas, claramente estás jugando con métricas diferentes para medirlo.

Un crecimiento rápido es digno de elogio, pero también es más fácil conseguirlo para una nueva compañía que para otra con un crecimiento estable año tras año.

Esta valoración sobre los ingresos presenta la misma falta de transparencia que la segunda. También muestra el ambicioso plan de crecimiento de Airbnb, que al final distrae de su enorme impacto en la industria. Ser valorado en 5.000 o 10.000 millones de dólares tampoco es un fracaso después de todo.

Aquí es donde está el quid de la cuestión. Ciudades como París, Londres, Roma y Barcelona son las primeras líneas de conflicto entre Airbnb y las autoridades en temas como la recaudación de la tasa turística o una vivienda asequible para los locales. Ojo, que Barcelona es el cuarto destino fuera de Estados Unidos con más oferta de Airbnb, pero Madrid se encuentra en el puesto decimotercero.

Esta gráfica podría leerse como una lista de prioridades para las marcas hoteleras que quieran desarrollar nuevos establecimientos en nuevas ciudades. Consejo: construir hoteles de 3 estrellas, pequeños y asequibles en los mismos barrios. Aquí Barcelona ya aparece en la mitad de la tabla y Madrid al final.

La información de referencia se encuentra disponible en Skift.