La buena noticia es que no estamos al borde de la recesión y la mala...
El riesgo de estancamiento, sobre todo en la UE, se ha incrementado
Publicada 28/05/16- Cinco "transiciones" están generando incertidumbre y falta de confianza en la economía
- La tormenta financiera de principios de año pudo ser una "señal" de problemas de fondo
- Las tasas de crecimiento económico e inflación son "mediocres", según el FMI
Los economistas que participan en las jornadas del Círculo de Economía que se han celebrado en Sitges tienen una noticia buena y otra mala. La buena es que Europa no está al borde de la recesión. La mala es que podría estancarse.
Así lo apuntó, entre otros, José Viñals, director del Departamento de Asuntos Monetarios y Mercados de Capitales del FMI.
En este sentido, este experto recordó que la economía mundial ahora mismo se ve afectada por varias "transiciones" que generan incertidumbre: la caída del precio de las materias primas, la evolución de China o la divergencia de políticas monetarias entre EEUU (que sube tipos de interés) mientras la UE y Japón van a mantener políticas de expansión monetaria.
Sin olvidar el referéndum del Reino Unido donde se votará la permanencia o salida de la UE, así como las próximas elecciones presidenciales en EEUU.
La confianza no és sólida aún
"Estas transiciones son vectores que configuran la confianza, y el problema es que la confianza aún no es suficientemente sólida, lo que repercute en la salud económica y financiera", explicó Viñals.
Y aunque la economía mundial, tras la crisis de 2009, está manteniendo en el año 2016 ritmos de crecimiento del 3%, no hay que olvidar que esta tasa es un "efecto composición", debido a que los emergentes crecen por encima, mientras las avanzadas crecen por debajo de esa media.
"Es decepcionante: el crecimiento ha sido año tras año cada vez más débil, nos estamos deslizando por un tobogán, y ahí es donde estamos: en una recuperación económica modesta pero con riesgos", dijo este economista del FMI.
Advertencia a principios de año
En este sentido, recordó la tormenta financiera de principios de 2016, que aumentó la volatilidad y provocó una fuga del dinero a bonos alemanes y japoneses. Según Viñals, aquello no fue un episodio aislado sino "una señal que hay problemas de fondo que, si no se resuelven, se repetirían con mayor intensidad y caeríamos en un círculo vicioso".
Por ejemplo, un 30% de los activos bancarios de la zona euro deben hacer frente aún a "ajustes muy difíciles", según apuntó.
"En todo caso, no estamos al borde de una crisis como la de 2009, pero sí en peligro de caer en un estancamiento, con tasas de crecimiento e inflación muy mediocres, y con el daño colateral para sector ahorro, seguros, fondos de pensiones…"
Este experto propuso que Alemania, por ejemplo, "tendría que estimular más la demanda, de hecho tiene un déficit de infraestructuras, de modo que la inversión pública llevaría a una mejoría. Sería bueno para ellos y para Europa".
Un edificio sin concluir
Por su parte, David Vegara, profesor de ESADE y exSecretario de Estado de Economía (2004-2009), recordó que la Unión Europea es aún "un edificio sin concluir" en lo que respecta a políticas fiscales.
Aún así, añadió Vegara, "las cosas han cambiado mucho desde el inicio de la crisis. Hoy la UE dispone de un mecanismo con potencia fuego de 700.000 millones de euros" capaz de apoyar a países en dificultades. "Y la unión bancaria es un paso importante, quizá no a la altura de una unión monetaria 2.0, pero sí 1.5".
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