Los líderes del sector pasan de Twitter

Los Barceló, Escarrer, Riu, Fluxá, Hidalgo, etc., puede que estén en las redes sociales, pero no con su perfil oficial, con su nombre. Aunque alguno se dio de alta (o le dieron) hace unos años, y el perfil se ha quedado latente, sin actividad.

Tales son los casos de Gabriel Escarrer, CEO de Meliá, que -salvo que alguien le suplante- tiene un perfil en Twitter (@EscarrerCEO) desde 2012 sin ningún tweet, y con nueve seguidores. O el del presidente de Iberostar, Miguel Fluxá (@mfluxa), también desde 2012, al que siguen siete y él sigue a uno: la empresa familiar Camper. De Simón Pedro Barceló y los hermanos Riu no hay perfiles. Y Juan José Hidalgo, no tiene ni wasap (“ni falta que me hace”, que seguro que pensará).

Otro caso es el de los directivos y altos ejecutivos, no propietarios, de los grandes grupos, donde es más habitual la presencia en redes sociales, pero con mayor preferencia de la profesional LinkedIn en la que, por ejemplo, está Gabriel Subías o Sebastián Escarrer.

No obstante, hay excepciones, más abundantes entre los empresarios tecnológicos o de OTA. Tal es el caso de Fabio Cannavale, CEO de Lastminute, y que está presente en Twitter, Facebook y LinkedIn. O el CEO de Destinia, Amuda Goueli. Por su parte, el ex CEO de eDreams-Odigeo, Javier Pérez Tenessa, está en LinkedIn y tiene un perfil muy abandonado en Twitter (un solo tweet). Por su parte, Martin Gruschka, CEO de Springwater (fondo propietario de Wamos) está en Twitter pero con muy poca actividad.

Por el contrario, los perfiles que sí tienen amplia presencia en las redes sociales son los de directores comerciales y de marketing, y algunos directores generales (siempre hablando de grandes grupos), y en cuyos comentarios predominan casi en su totalidad los mensajes promocionales de sus empresas. Además, obviamente, de los perfiles corporativos de las marcas.