¿Más rascacielos en Benidorm? Falta valentía política

¿Cómo se siente para afrontar este tercer mandato?

Muy bien. Es un momento muy bueno, turísticamente hablando. Económicamente a nivel global no lo podemos decir.

¿Y sus planes?

Tenemos por delante el objetivo para nuestros asociados de recuperar la rentabilidad. Creo que lo podemos conseguir con el viento de cola apropiado, aunque hay algún nubarrón macroeconomico. Por ejemplo, según algunas encuestas la libra esterlina podría caer un 20% si el Reino Unido saliera de la Unión Europea.

A las personas que no son del sector turístico les puede chocar que la rentabilidad del sector esté cayendo a pesar de que se están batiendo récords en la llegada de turistas. ¿Cómo les explicaría usted esta aparente paradoja?

Hay mucho incremento de turismo que no es exclusivamente hotelero. El sector alegal es el que está creciendo mucho, una barbaridad, en todas las costas y en todas las ciudades. Y por ahí está entrando un turismo que tiene menos valor añadido. A los datos del Banco de España me remito, según los cuales hay más turistas y menos ingresos por turista.

¿Qué otros factores dificultan recuperar la rentabilidad a los hoteleros?

En el momento de la crisis se hicieron una serie de ofertas que luego cuesta quitar. Por ejemplo, el early booking, el niño gratis, el parque de atracciones gratis, la sala de fiestas gratis… Todos esos incentivos que has dado en la época de crisis tienes que ir sacándolos, pero de una forma progresiva. Y en eso estamos.

Hablaba usted antes de la competencia desleal o alegal...

Está comprobado que esto va para arriba como un cohete, también en Benidorm. Aquí tenemos bloques de apartamentos reglados que suman unas 12.000 camas. Pero después hay 30.000, 40.000 ó 50.000 alegales…

¿Tienen cuantificada esa oferta no reglada?

No, porque es muy difícil saber en un bloque de apartamentos cuántos se están alquilando. Pero por ejemplo ves en algunas urbanizaciones que de un día para otro aparece un minibús que descarga delante de un chalet una quincena de personas, normalmente del mercado británico.

¿Cómo avanza la renovación hotelera en Benidorm?

En los últimos diez años se ha renovado prácticamente el 100% de la planta hotelera y estimamos que entre un 15% y un 20% de la de las habitaciones de hotel disponibles tienen alguna mejora cada año. En Benidorm aplicamos la reconversión permanente de la planta hotelera. Eso es el ADN del hotelero local.

¿Y qué deberes pondría al sector público?

Actualizar el espacio urbano de los destinos turísticos, que peca en parte de obsoleto. Muchos paseos marítimos se han arreglado pero quedan pendientes la segunda, tercera y cuarta línea de playa.

Creo que el Gobierno directamente, o bien recurriendo al nuevo Plan Junkers para estimular la demanda europea, tienen una oportunidad para devolver la deuda histórica que el Estado tiene con los destinos debido a la mala financiación que tienen los municipios turísticos. Estás prestando servicios para 100 personas cuando sólo estás financiado por el Estado para atender a 30.

¿Qué cambiaría de Benidorm?

Creo que se debe recuperar el crecimiento en vertical de esta ciudad y en el espacio construido actualmente. Eso generaría plusvalías que a su vez permitirían actualizar el destino. Sería mejor volver a crecer hacia arriba en lugar de apostar por la ciudad dispersa. Así volveríamos a los orígenes del Plan General de Benidorm, cuya esencia es ocupar poco espacio pero en vertical y dejar la mayor parte de la parcela libre para espacios de ocio, piscinas, etc.

¿Y qué se necesitaría para volver al modelo de crecimiento vertical?

Una valentía política que no la vemos clara en estos momentos.