El inescrutable o interesado rasero de la CNMC con las agencias

Conviene hace memoria para intentar comprender el criterio incontestable que maneja la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), al menos con las agencias de viajes. En 2006 Competencia sancionó con 6,1 millones de euros a tres aerolíneas y a las asociaciones de agencias por acordar el precio de los fees tras la progresiva desaparición de las comisiones. Supuso una multa de 1,66 millones de euros a FEAAV y de 1,47 millones a AEDAVE, lo que provocó en 2012 la desaparición por insolvencia de estas asociaciones y otras menores, como AMAVE.

En la práctica, a la CNMC lo que le supuso ese expediente es que no cobró los 1,66 millones de euros. Mientras que, por su parte, el sector de agencias se reorganizó para dotarse de nuevas organizaciones empresariales que sustituyeran a las desaparecidas. Diez años después parece que la CNMC ha cambiado de estrategia.

Acaba de comunicar a ocho grupos de gestión las sanciones por redireccionar ventas, después de dos años de expediente. Las sanciones se han producido después de dos años de que abriera el expediente ante lo que consideró prácticas de boicot a determinados proveedores.

Pero en esta ocasión, el lugar de calcular la sanción sobre un máximo del 10% de la facturación sumada de todas las agencias de viajes clientes de esos grupos (como sí hizo con las asociaciones años atrás), lo que ha hecho ha sido tomar como cifra de referencia la del propio grupo como única sociedad, lo que ha reducido notablemente las cantidades hasta cifras que oscilan entre los 87.000 euros de Gea y los 4.000 de Avantours.

Sede de la CNMC, Madrid.

Unas cifras que no ponen en peligro la supervivencia de esos grupos y… tampoco el cobro por parte de la CNMC, ya que aunque recurran acabarán pagando. Es decir, parece que Competencia ha cambiado de estrategia con las agencias, y prefiere cobrar a hacer desaparecer sus organizaciones.

Elección de proveedor

Cuestión aparte son los criterios que la CNMC utiliza para llegar a la conclusión de qué son prácticas restrictivas de la competencia. Y es que los argumentos que maneja la CNMC dejan totalmente desconcertados a los profesionales de cualquier ámbito comercial, ya sea de agencias de viajes o de otros. Para muchos en el sector lo curioso es que se investigue y se pueda llegar a sancionar a los grupos comerciales por unas prácticas que son de total normalidad en el ámbito comercial: La elección o direccionamiento de ventas a determinados proveedores en detrimento de otros, por razones puramente comerciales.

Una estrategia que también llevan a cabo las grandes redes, que priman las ventas del producto de los turoperadores o transportistas de su propio grupo vertical, en detrimento de terceros, y que CNMC no cuestiona. No se sabe si por ignorancia o porque legalmente considera que no es lo mismo.

En el fondo de todo esto lo que buena parte del sector minorista ve es una incompetencia de Competencia, que aunque dice actuar de oficio contra los grupos de gestión, casi nadie duda de que lo hace alentada por alguna garganta profunda e interesada.