El turismo y la nueva escalada de violencia en Oriente Medio
Publicada 16/11/12
El pasado 14 de noviembre, un “asesinato selectivo” de Israel, mediante un misil, segó la vida del Ahmed Yabari, líder del brazo armado de Hamás en Gaza. En las últimas 48 horas, Hamás ha reaccionado lanzando decenas de cohetes, mientras el ejército israelí ha desplegado sus tanques y movilizado a 30.000 reservistas. Esta cadena de acontecimientos pueden acabar afectando otra vez al turismo, según plantea Xavier Canalis en este post.
Se avecina una nueva guerra en Oriente Medio.
El gobierno de Egipto –liderado ahora por los Hermanos Musulmanes- trata de impedir la nueva escalada de ataques entre Hamás e Israel, intentando mediar entre ambas partes, por miedo a verse arrastrado a este conflicto.
Egipto tiene mucho que perder si las hostilidades prosiguen en la región. Aún sufre las consecuencias de la Primavera árabe. Cabe recordar que en 2010 llegaron a Egipto 14 millones de turistas extranjeros. Sin embargo, un año después el número de llegadas cayó hasta los 9,8 millones de turistas, un 33% menos.
De hecho, se estima que la Primavera árabe desvió 2,1 millones de turistas a España en 2011, según un informe elaborado por el Instituto de Estudios Turísticos (IET). Pero también en 2012, los destinos vacacionales españoles aún se han beneficiado de la Primavera árabe, según recogía Exceltur en su "Barómetro de la rentabilidad y el empleo" correspondiente a los cuatro primeros meses de este año.
La semana pasada, durante la feria World Travel Market de Londres, el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, reconocía que “parte de los crecimientos registrados en España en 2011 y 2012 han sido consecuencia del desvío de turistas llevado a cabo por los turoperadores internacionales”.
Pero según añadía Soria, “el Gobierno español desea que cuanto antes las condiciones de estabilidad y democracia se implanten en los países del norte de África y Oriente Medio”.
¿Volverá España a ser un destino refugio en 2013? De momento, todo apunta en esta línea.
La Primavera árabe comenzó el 17 de diciembre de 2010, cuando un joven de Túnez que malvivía en la localidad de Sidi Bouzid se prendió fuego para protestar contra una injusticia a la que se veía sometido, muriendo unos días después.
Las manifestaciones de ira prendieron como la pólvora y pronto se extendieron a otros países del norte de África y Oriente Medio, lo que tuvo un impacto directo sobre la industria turística. Algunos gobiernos cayeron, en otros países como en Siria se sigue luchando.
El misil que esta semana ha matado a un líder de Hamás en el extremo oriental del Mediterráneo puede abrir otra espiral de acontecimientos cuyas consecuencias son imprevisibles, también para la industria turística.
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