Turquía: un nuevo golpe para una maltrecha industria turística
En 2015 recibió 35 millones de turistas internacionales y ambicionaba llegar a los 50 millones en seis años
Publicada 19/07/16- Turquía registró casi 36 millones de turistas internacionales en 2015 y, en 2014, batió su récord con 36,8 millones
- Su ubicación geográfica y sus ricos tesoros culturales y naturales le han convertido en un aclamado enclave turístico
- El turismo aporta el 10% del Producto Interior Bruto (PIB) a la economía del país
El golpe de Estado sufrido por Turquía en la noche del viernes, en plena temporada de vacaciones para miles de personas, ha supuesto un duro golpe para la industria turística del país, que registraba ya una caída próxima al 40% debido a los graves atentados terroristas que ha padecido este año. El último hace sólo unos días, en el aeropuerto de Estambul, que costó la vida a más de 40 personas. La situación de intranquilidad y de incertidumbre que se ha abierto ahora tras el restablecimiento del Gobierno no ayuda a la actividad turística que prioriza la seguridad sobre ninguna otra exigencia.
Turquía se había consolidado ya como uno de los destinos turísticos más atractivos del mundo, gracias a los grandes esfuerzos realizados en los últimos años. No en vano, desde que decidiera apostar de manera organizada por esta industria –que supone el 10% de su Producto Interior Bruto (PIB)-, ha visto crecer de manera espectacular la cifra de visitantes internacionales que recibe cada año.
Desde 2000, cuando se puso en marcha una estrategia turística, se pasó de los 10 millones registrados ese año a los casi 36 millones en 2015. En 2014, batió su récord con 36,8 millones.
En los últimos años se han realizado importantes inversiones y se ha dotado al país de una planta hotelera amplia y de calidad. Su ubicación geográfica y sus ricos tesoros culturales y naturales le han convertido en un aclamado enclave turístico. El fuerte crecimiento de la industria había animado a las autoridades del ramo a plantearse nuevos retos y sus objetivos se centraban ya en alcanzar los 50 millones de visitantes en 2023.
Sin embargo, en el último año, todo se ha vuelto en contra. En enero un atentado acabó con la vida de diez turistas, la mayoría alemanes, un mercado de gran importancia para este destino, lo que supuso un varapalo para el sector.
Y hace sólo unos días, un nuevo ataque, en el aeropuerto de Estambul, provocó al muerte de 43 personas, cuando ya en abril y mayo las llegadas de turistas habían descendido un 30% y 35%, respectivamente, según datos del Ministerio de Turismo turco.
Fronteras conflictivas
Por otro lado, el turismo turco se ha visto también afectado por su proximidad a Siria y por el agravamiento de sus relaciones con Rusia, uno de sus principales mercados emisores.
A lo largo del último año, algunos operadores rusos abandonaron este destino, como Natalie Tours, Pegas Touristik, Tez Tour y Biblio Globus, que suspendieron la oferta de paquetes turísticos tras el crecimiento de la inestabilidad, circunstancia a la que más tarde se unió la ruptura de las relaciones políticas. Tras el derribo de un bombardero ruso por parte de cazas turcos en la frontera de Siria, el Gobierno ruso prohibió a las empresas programar el destino turco.
Sin embargo, a pricipios de julio, Vladimir Putin, presidente de Rusia, anunció que levantaba la prohibición a los TTOO para vender Turquía, tras las conversaciones mantenidas entre el Kremlin y el mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan.
El golpe de Estado del pasado viernes, sofocado a las pocas horas, ha venido a echar más leña al fuego, a este sombrío panorama, abriendo un periodo de incertidumbre política e intraquilidad.
Los turistas huyen de los destinos con conflictos. De hecho, Egipto, Turquía y Túnez, en su conjunto, perdieron 4,6 millones de visitantes hasta mayo, según datos de Exceltur. Circunstancia que beneficia a otros países que los viajeros perciben como seguro. De este modo, en la misma fecha, España ganó 2,2 millones de viajeros internacionales. Es decir, nuestro país se hizo con el 50% de la cuota de demanda perdida por nuestros competidores del Mediterráneo, según explica dicha agrupación.
España
En lo que respecta a nuestro país, tras el citado atentado del aeropuerto de Estambul, el presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), Rafael Gallego, explicó que los españoles viajan cada vez menos a Turquía, a pesar de haberse convertido para muchos viajeros en alternativa a Egipto. Recordó que dicho ataque se dirigió directamente a turistas y eso hace que la gente "se lo piense más al viajar".
A pesar de esta desfavorable coyuntura, Barceló Hotels anunció en junio la incorporación de un hotel en Estambul bajo la marca Occidental
Esfuerzos
Con el fin de evitar el progresivo desplome de la actividad turística, el Gobierno turco ha realizado esfuerzos por remontar esta situación. Unas semanas después del atentado de enero, dijo que iba a llevar a cabo una inversión de 78 millones de euros para apoyar al sector turístico. Incluso han intentado incentivar a los turoperadores europeos, como subsidios de hasta 6.000 euros por vuelo.
No obstante, las medidas no han dado los resultados esperados en medio de este clima de incertidumbre y se ha mantenido la caída de viajeros, con graves consecuencias también para las empresas del sector.
En el pasado mes de abril, el turoperador británico Jewel in the Crown Holidays especializado en Turquía, con 29 años de historia, cesó sus operaciones al no poder hacer frente al caída del negocio sufrida en los últimos años.
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