La relación entre startups y turismo llega para desperezarnos del letargo
El proceso de innovación y cambio en el que vivimos inmersos exige capacidad de adaptación en la generación de productos y servicios turísticos
Publicada 12/08/16- El uso de la tecnología para solucionar problemas y para mejorar la satisfacción del cliente va unida a esa “vocación de servicio” que practicamos en turismo planteando soluciones más eficientes
- Sería importante analizar esta situación de “revolución” tecnológica como una oportunidad a la innovación, más que como un atentado contra el sistema
- Las startups proponen soluciones innovadoras a un mercado en continua ebullición que demanda autenticidad y cercanía a precios competitivos
Un panorama que demanda optimización de recursos y empoderamiento del cliente pasa por reestructurar la gran mayorÃa de modelos que sustentan un importante número de empresas dedicadas al sector turÃstico. La adaptación al cambio pasa por implementar la tecnologÃa y la innovación que diariamente surgen de mano de las startups, proyectos tecnológicos que nacen con el objetivo de revolucionar nuestra manera de entender el mundo, algo complejo que en algunos casos ya se está consiguiendo.
El dinamismo del turismo no podría pasar desapercibido por esta corriente de emprendimiento tecnológico que envuelve el mundo. Abrimos la mente a la innovación y a una forma diferente de hacer la cosas, y según el punto de vista del cliente también de consumirlas. Nos apoyamos en la tecnología para solucionar problemas y para mejorar la satisfacción del cliente, esa “vocación de servicio” que practicamos en turismo se fusiona con la tecnología y se plantean soluciones más eficientes.
Las cifras respaldan esta realidad en forma de financiación. Según el foro tecnológico eMerge de Miami, las startups con modelos de negocio basados en el turismo superaron los US$ 5.200 millones en 2015, mientras que en 2016 se esperaba que la cifra global rozara los US$ 5.400 millones. Las condiciones necesarias para que esta corriente prolifere cada vez son más adecuadas y en España también surgen pequeños movimientos desde la administración para que esta corriente se consolide. Ejemplos como el programa destinado a emprendedores en el sector turístico Emprendetur o eventos especializados como el Open Day Sector Turísmo, contribuyen a generar ecosistema emprendedor en uno de los principales caballos de batalla de la economía española.
Pese a que la relaciones entre algunas startups y el resto de empresas más “tradicionales” han sido algo convulsas y lo siguen siendo, sobre todo en la parte de reajuste con la administración y con el resto de actores, debemos de analizar esta situación de “revolución” tecnológica como una oportunidad a la innovación, más que como un atentado contra el sistema. Según palabras del presidente de Segittur, Antonio López de Ávila: “Muchas empresas turísticas no tienen área de I+D y las ‘startups’ pueden actuar como un departamento de I+D+i externo”.
Analizar la propuesta innovadora que ofrecen las startups
Es muy importante estar abiertos a la innovación y al aprendizaje constante, ya que este mercado global que se retroalimenta de innovación y de tecnología es una herramienta clave para lanzar productos cada día más alineados con la demanda del cliente, dejando atrás formulas tradicionales estancadas en un inmovilismo que no conduce a nada.
Para no dejar de aprender me parecía interesante extraer algunas posibilidades que las startups están aportando como valor añadido a la experiencia turística y que sería importante tener en cuenta:
- Movilidad. La movilidad tanto para llegar al lugar de vacaciones como para moverte una vez llegado al sitio es imprescindible, por lo que han surgido gran cantidad de plataformas para aprovechar esta situación y estructurar oferta de trasporte. Como ejemplos proliferan plataformas de alquiler de coches entre particulares o plataformas para ocupar plazas en todo tipo de trayectos.
- Alojamiento temporal P2P. La oferta de alojamientos tanto reglados como sin reglar se reestructurar por plataformas tanto generalistas como de nicho. Plataformas que aprovechan al máximo la experiencia de usuario y que están sustentadas bajo modelos de confianza entre usuarios.
- Experiencias en destino. Estas plataformas surgen para cubrir una necesidad de conectar al viajero con el habitante del lugar y con las tradiciones. De esta forma se genera una oferta complementaria de servicios relacionados con la zona y se potencian conceptos como por ejemplo la gastronomía típica en casas de particulares o visitas guiadas acompañados con ancianos del lugar.
- Intercambio de divisas. Para solucionar el problema del cambio de divisas y la confusión que se crea cuando viajamos a un lugar con un tipo de moneda diferente a la nuestra, han surgido plataformas de intercambio de divisas entre particulares de forma transparente.
- Grupos de consumo de proximidad. Comprar productos directamentes del fabricante y eliminar intermediarios es una forma para premiar a una de los eslabones más débiles de la cadena. El viajero quiere autenticidad y responsabilidad con lo local, por lo que surgen plataformas para comprar directamente a los productos locales.
- Compartir Wifi. Aunque poco a poco se van solucionando los problemas asociados a la falta de wifi, han surgido startups para solucionar esta problemáticas. Sistemas de wifi compartida para poder acceder a grandes redes de intercambio de wifi, de manera que compartir tu propia wifi sea una forma para acceder a wifis de los lugares donde viajas.
- Alquiler o prestamos de objetos personales. Surgen innumerables startups relacionadas con el alquiler o prestamo de objetos. No necesitamos comprar determinado material que pueden reutilizarse entre viajeros o entre viajeros y personas del propio lugar. De esta forma el turista no tiene que viajar cargado y puede aprovechar una redistribución solidaria en la zona.
Las startups proponen soluciones innovadoras a un mercado en continua ebullición que demanda autenticidad y cercanía a precios competitivos. En turismo siempre hemos alardeado de trabajar bajo una máxima: “el cliente siempre tiene la razón”. ¿Y ahora la sigue teniendo o hay que seguir ofreciendo lo mismo de siempre?. Como en casi todo, la solución no está en los extremos, sino en el reajuste ordenado de todos los agentes en una búsqueda de calidad. Aprovechemos este momento de “renacimiento” de ideas apoyadas por tecnología para aprender y colaborar como estrategia de diferenciación y de mejora del servicio. Ahí es donde se juega la auténtica batalla, el resto es ruido y perdida de tiempo.
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