Los hoteleros sorprendieron ayer al entrar masivamente en el puesto de Baleares en la feria de Londres sin que se viera ningún atisbo de tensión, pese a que era acostumbrado que en este tipo de eventos, boicotearan la representación balear situándose fuera del perímetro del pabellón.
Los hoteleros sorprendieron ayer al entrar masivamente en el puesto de Baleares en la feria de Londres sin que se viera ningún atisbo de tensión, pese a que era acostumbrado que en este tipo de eventos, boicotearan la representación balear situándose fuera del perímetro del pabellón. La jornada estuvo marcada por un optimismo que no llegaba a desbordar y el recinto estuvo poblado por profesionales y empresarios de la industria turística, que se acercaron a la feria para conocer de primera mano los comentarios sobre la evolución de los acontecimientos. Los hoteleros parecían haberse olvidado de su lucha contra el Govern, hasta tal punto que cuando se sirvió un cóctel con productos de la tierra, como es acostumbrado en cada feria, todos hicieron gala de un buen apetito, al degustar productos de Balears de alto nivel, regados con vino de distintas zonas de Mallorca. Un sector de los hoteleros, encabezado por su presidente, no se presentó en primera fila sino que prefirió situarse en la retaguardia del pabellón. Un hotelero, crítico con el Govern por su política turística, comentó que "pese a todo, Alomar es mi conseller y Antich mi president". Francesc Antich se percató de la nueva situación y ayudó en la distensión al pedir nuevamente que se unan las fuerzas de los distintos sectores de la industria turística y del empresariado en general para avanzar en el restablecimiento de la situación. Los hoteleros que acudieron ayer al recinto balear de la feria se mostraban relativamente optimistas por la evolución de la situación ante el próximo verano. Alguna cadena incluso firmó un contrato con un tour operador, y prácticamente todos los consultados se mostraron confiados respecto a una recuperación para el próximo verano. No se ha hablado de fuertes aumentos, pero sí admiten que se producirá una leve alza, aunque en un porcentaje que aún les resulta difícil cuantificar. Respecto al 8 por ciento de aumento detectado por la consultora británica Nielsen, dudan de que se llegue a confirmar un aumento de un dígito tan alto, pero esperan al menos un par de puntos de incremento. Representantes de tour operadores británicos han comentado que resulta difícil precisar lo que ocurrirá en 2003 pero también han admitido la posibilidad de una suave subida en las ventas de vacaciones. El presidente de la federación, Pedro Cañellas, dudó de la importancia de ese porcentaje de aumento de las reservas que ofreció el conseller Alomar, "porque estamos hablando de cifras mínimas" e indicó que "la situación no es satisfactoria". Cañellas, además, calificó las previsiones para la actual temporada baja de "auténtico descalabro". Una de las preocupaciones que mostró se centra en el fuerte aumento del turismo individual y el de los viajes cortos, ya que perjudicarán a la hostelería de playa. El peligro para la industria hotelera proviene también de otros frentes: "en los últimos años se ha estado construyendo por encima de la demanda", decía el director comercial de la cadena Acorn, Antoni Galmés, quien recordó que si se ha producido un recorte de la demanda "es porque hemos perdido lo que nos habían prestado" . Pese al comentario de Galmés sobre el exceso de oferta de plazas, el secretario general de Turismo, Juan Jose Güemes, dijo que Balears había sido pionera en el control de la oferta y aludió a las leyes que el Govern del Partido Popular puso en marcha en esta materia, como la Ley General del Turismo. Agregó que el Govern del Pacto de Progreso no ha hecho ninguna propuesta nueva en tal sentido durante estos tres años de legislatura. (M.M., Diario de Mallorca, 13/11/02)
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