Los turoperadores internacionales dejan sin camas a las agencias españolas

Tanto las grandes redes como las pequeñas y medianas agencias han registrado este verano unos volúmenes de ventas inferiores a los esperados en los meses previos. El sector emisor español asiste a una recuperación de la actividad tas la crisis, iniciada en 2014, y todo hacía prever que este verano superaría al de 2015, que ya fue una buena temporada en comparación con las anteriores.

Y es que, tras el buen nivel de ventas en la primera mitad del año, y pese al parón registrado a finales de primavera, en vísperas de las Elecciones del 26-J, el mes de julio empezó a registran un buen ritmo de ventas que hacía presagiar a las agencias un buen verano, una vez pasadas las Elecciones Generales y la Eurocopa de Fútbol. Pero el atentado de Turquía a finales de junio, y el de Niza a mediados de julio, tuvieron un claro efecto dominó.

Esta situación de inseguridad en los destinos competidores de España ha hecho que los destinos nacionales se han convertido en refugio para los grandes mercados emisores europeos, cuyos turoperadores reaccionaron con rapidez ante la situación de inseguridad en otros países, y reservaron grandes cupos en los principales destinos españoles, tanto de islas como de costas peninsulares.

El efecto que han sufrido las agencias españolas es que cuando los turoperadores nacionales han ido a reservar, se han encontrado con poca disponibilidad y altos precios. Una situación que no ha logrado salvar el buen comportamiento de la venta de viajes a destinos internacionales. Y es que, aunque el gasto del emisor español en el extranjero ha subido casi el 20%, los viajes internacionales suponen apenas el 10% del total de vacaciones de los españoles.