Un hotel sin techo ni paredes en plenos Alpes suizos

La única habitación del hotel sí cuenta con el mobiliario necesario para que el cliente pueda descansar cómodamente, compuesto por una cama con cabecero, dos mesitas de noche con sus lámparas y un par de taburetes, todo ello colocado sobre un suelo convencional. El objetivo, según sus promotores, es colocar al cliente en el centro de la experiencia, centrándose en lo intangible y reduciendo lo demás al mínimo.

Por ello también cuenta con un servicio de mayordomía a cargo de un camarero uniformado que sirve en la cama un desayuno típico de la zona, compuesto por un sandwich y un café, y la cena. La comida se prepara en la cabaña en la que vive el camarero y donde también se ubica el cuarto de baño a disposición del cliente.

Los húespedes están atendidos en todo momento por el camarero, que duerme en una cabaña próxima.

Las condiciones climatológicas de la zona obligan a que la apertura del hotel sea sólo de primavera a otoño, y además sus creadores advierten que las reservas pueden anularse en caso de mal tiempo. El precio por noche es de 250 francos suizos, unos 228 euros, aunque ya hay lista de espera para 2017.

Sus promotores son los hermanos Frank y Patrik Riklin y su socio Daniel Charbonnier, que se han basado en el concepto ‘la única estrella eres tú’. No es la primera vez que ponen en marcha una original iniciativa en este sentido, ya que hace unos años habilitaron un hotel en un antiguo bunker nuclear en Teufen, también en Suiza, como se publicó en la Comunidad Hosteltur en ‘Hotel cero estrellas (imaginación al poder)’. En ambos casos, su objetivo era romper con lo convencional, y viendo las imágenes está claro que lo han conseguido.

Aunque con suelo convencional, la habitación no dispone ni de techo ni de paredes para que el cliente se sienta el centro de la experiencia.

La información de referencia se encuentra disponible en la web de Vuelaviajes.