Radar de última generación mejorará la gestión del tráfico en Canarias

En total, el nuevo radar dará cobertura al espacio aéreo en un radio de 250 millas náuticas, el equivalente a una superficie de unos 390.000 km2, teniendo en cuenta las restricciones que impone la orografía de la propia Isla.

Enaire está llevando a cabo la renovación de la estación radar de La Palma en dos fases y supondrá una inversión de más de 1,5 millones de euros.

En esta primera fase, que ha concluido con la puesta en servicio del nuevo radar, se ha puesto a punto la estación, que fue construida en el año 2002 y que contaba con un equipamiento de 1994. En la segunda fase, que se llevará a cabo durante 2017, se va a proceder a la sustitución del radomo (recubrimiento de la antena) por uno nuevo.

Radar de última generación mejora la gestión del tráfico aéreo en Canarias

Se trata del cuarto radar Modo S junto a los de Fuerteventura, Gran Canaria y Tenerife Sur, las áreas aeroportuarias más importantes del archipiélago canario.

La Dirección Región Canarias gestiona (a través de su centro de control de tránsito aéreo ubicado en Gran Canaria) los servicios de tráfico aéreo en un área geográfica con una extensión de un millón y medio de kilómetros cuadrados, la mayoría de ellos superficies oceánicas, donde se encuadran el archipiélago canario y parte del Sahara Occidental. Es la puerta a Latinoamérica a través del Atlántico.

Tecnología avanzada

Enaire explica que, en cuanto a gestión operativa del tráfico aéreo, la tecnología ‘Modo S’ en la que está basada el nuevo radar secundario supone un avance considerable con respecto al monopulso que ha estado operativo hasta la fecha, ya que permite, entre otras cosas, “realizar consultas selectivas y dotar de mayor agilidad el proceso de intercambio de información entre el radar y la aeronave (identificación, plan de vuelo, rumbo, altitud y demás parámetros de navegación y localización), contribuyendo de este modo a reforzar aún más la seguridad, mejorar la fluidez del tráfico y disminuir la contaminación radioeléctrica”.

Apuntan que el radar secundario de vigilancia es un sistema que realiza una petición de información a través de una señal de radio a una determinada frecuencia que recibe el avión. Al recibir esta señal, la aeronave responde a través del transpondedor, que decodifica la señal y envía la información requerida para que en tierra puedan identificar, además de su posición, parámetros como la compañía a la que pertenece, la ruta que lleva o la altura a la que vuela.

El mayor crecimiento en julio y agosto

Durante los meses de julio y agosto, los controladores aéreos de la Región Canaria han gestionado 53.136 vuelos, 5.489 vuelos más que en el mismo periodo del pasado año 2015, convirtiéndose de este modo en la que ha registrado el incremento porcentual más elevado: un 11,5% más de vuelos con respecto a los dos meses centrales del pasado verano.