Iberia no aguanta otro año con pérdidas, asegura Rafael Sánchez-Lozano
Publicada 21/11/12
Con el plan de restructuración presentado, Iberia se propone recortar en 450 M € los costes salariales de la aerolínea hasta 2015 que en estos momentos ascienden a 1.300 M €, así como ahorrar otros 150 M € con las medidas comerciales, hasta obtener un beneficio operativo de al menos 300 M €. Así lo ha afirmado el CEO de la aerolínea, Rafael Sánchez-Lozano, quien ha asegura que la compañía no aguanta un año más de pérdidas y podrían no tener fondos ni siquiera para financiar la reestructuración propuesta.
Estos ahorros vendrían derivados tanto de la reducción del 23% de su plantilla, 4.500 puestos de trabajo como de una rebaja media salarial de entre el 25% y el 35% para los trabajadores que se queden en la aerolínea en 2015, que no "será lineal", según la compañía, ya que incluiría la congelación de incrementos por trienios o por la progresión de escalafón u otros conceptos.
Sánchez-Lozano destaca que la mayor parte de las salidas podría hacerse con prejubilaciones voluntarias, una vía contemplada en acuerdos previos con los tres colectivos -pilotos, tripulantes de cabina (TCP) y personal de tierra, a los 60, 55 y 58, respectivamente-. Esto permitiría, al mismo tiempo, "amortiguar" el número de despedidos.
“Ahora toca sentarse a negociar”
El plan presentado por Iberia supone el despido de 4.500 personas (23% de la plantilla) y la reducción de su flota en 25 aviones (cinco en largo radio y 20 en corto y medio radio), lo que supone el recorte de un 15% de su capacidad, además de rebajas salariales para los que queden en la empresa.
"No nos hemos marcado líneas rojas, estamos abiertos a discutir sobre todo, pero a la solución que no se propone no se puede llegar", afirmó Sánchez-Lozano, quién insistió en que ahora toca "sentarse a negociar", ya que Iberia "no está en condiciones de perder otro año".
Sánchez-Lozano, que no quiso concretar el coste del plan de reestructuración de Iberia del que dijo supondrá "cientos de millones", defendió que "ahora es el momento" de abordarlo, ya que la compañía cuenta todavía con caja para su financiación. "Al ritmo que nos comemos la caja tendremos problemas para financiarlo", apuntó para incidir en que la dificultad para obtener crédito también le afecta a Iberia pues no le resulta tan fácil como antes. "Se nos cerrará el grifo antes o después y no podremos invertir para seguir creciendo", apuntó, si bien hace una semana había afirmado que Iberia financiará su restructuración con 1.074 M € que tiene en caja.
Iberia no gana dinero desde 2009, antes de la fusión con British Airways (BA), operación que le ha supuesto a la española unas sinergias de 100 millones de euros anuales, derivadas del ahorro en costes por compras conjuntas y del desvío de tráficos.
El 67% de su tráfico es de conexión, su mantenimiento es un 27% más caro que sus competidores, la productividad de sus efectivos es un 20% inferior, de sus 24 rutas de largo radio solo ocho son rentables y, de las 40 domésticas que opera, solo lo son dos, entre las que no se incluye el puente aéreo Madrid-Barcelona, que también pierde dinero, según Sánchez-Lozano.
Mesas de negociación
El directivo confió en que todos los sindicatos se sienten "de buena fe" a negociar y aseguró que si el Sepla propusiese una reducción salarial del 50%, como dice, "mañana mismo" se llegaría al acuerdo. No obstante, insistió en que el problema de altos costes y de competitividad afecta a todos los colectivos.
La compañía se ha marcado de plazo hasta el 31 de enero de 2013, para llegar a un acuerdo con los sindicatos, ya que quiere implantar dicho plan el 1 de abril, coincidiendo con el inicio de la próxima temporada de verano, cuya programación está actualmente perfilando.
Para ello, ha abierto formalmente tres mesas de negociación separadas por cada colectivo, que cuentan con un convenio colectivo diferente, ya que no puede negociar en su conjunto. "Los márgenes de negociación del plan son amplísimos", señaló.
Sobre el riesgo de una huelga, recordó que está en manos de los sindicatos pero dijo que no entra en las previsiones de la compañía ningún conflicto en Navidades, ni en fechas posteriores, cuando formalmente hay una negociación abierta.
Para facilitar la negociación, la compañía ha propuesto a los sindicatos congelar el tamaño de su filial de corto y medio radio, Iberia Express, que ahora cuenta con una flota de 14 aviones, y volar desde la matriz siempre y cuando se ajusten los costes a los de Vueling, convenio aprobado por todos los sindicatos, incluido el Sepla.
Reestructuración, sí o si
No obstante, Sánchez-Lozano advirtió de que si no se llega a un acuerdo antes de esa fecha, "la compañía tendrá que tomar una decisión y aplicará medidas mucho más duras que le permitan una inmediata y drástica reducción de costes. Iberia necesita sí o sí reestructurarse", recalcó.
Preguntado por la posibilidad de que dicho plan sea más progresivo como piden algunos sindicatos, Sánchez-Lozano fue tajante "no se puede pedir a los accionistas el esfuerzo de que sigan perdiendo 900 millones de euros tres años más".
"2015 es un horizonte suficientemente largo y realista para implantarlo", opinó, para añadir que el hecho que coincida con la fecha de las salvaguardas acordadas en la fusión es mera coincidencia.
En este sentido, aclaró que la fusión de Iberia-British "no puede romperse" a no ser que los accionistas quieran vender la compañía y salió al paso de las afirmaciones del Sepla, al que acusó de mentir.
"Cada una de las 4.500 personas que se ponen en la calle es un drama", reconoció, para reiterar que Iberia tiene sensibilidad, ha planteado ya al Gobierno los detalles del plan y se trata de una compañía privada que ahora debe sentarse a negociar con los sindicatos para buscar la mejor solución para sobrevivir.
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