El tren siniestrado en Galicia había pasado una revisión la mañana del accidente
Publicada 25/07/13
El tren Alvia que se descarriló este miércoles cuando entraba en la estación de Santiago de Compostela, accidente que hasta ahora ha dejado un saldo de 78 personas fallecidas y 130 heridas, había pasado una revisión en la mañana de ayer miércoles y que ese modelo, en concreto, "está dotado de un avanzado sistema de seguridad"y su "expediente de mantenimiento y de control era perfecto".
Así lo ha afirmado el presidente de Renfe, Julio Gómez-Pomar, en una entrevista de radio, según recoge Europa Press. Según ha asegurado, estas unidades pasan una revisión cada 7.500 Km, cada 50.000 y cada 150.000.
En cuanto a que tras el accidente haya un error humano, Gómez-Pomar ha precisado que los maquinistas "tienen un cuadro de velocidad y están homologados para circular según el tipo de tren y de vía, además de que tiene que conocer a la perfección el recorrido". No obstante, ha opinado que es relevante que donde se ha producido el accidente sea un punto con una limitación de velocidada a 80 km/h.
Gómez-Pomar se ha mostrado prudente sobre las causas del descarrilamiento sufrido por el tren, indicando que la caja negra del convoy "ya está en manos del juez. El tema está bajo investigación judicial" (ver Accidente de tren en Santiago: abren dos investigaciones sobre el siniestro), acotando que es en este ámbito en el que se establecerán las responsabilidades del caso.
No obstante, ha recordado que en el Ministerio de Fomento hay una Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios que se encargará de analizar lo ocurrido. "No tardaremos mucho en conocer las causas del siniestro, pero es una decisión del juez, que es quien tiene que valorar todas las pruebas", añadió Gómez-Pomar.
Modelo Talgo 250
El tren Alvia implicado en el accidente corresponde al modelo Talgo 250. Se trata de un modelo de tren único en el mercado y el más versátil, ya que permite circular en vías de diferentes anchos y con tracción eléctrica y diesel, permitiendo cambiar de sistema de energía sin tener que detener el tren.
Su principal ventaja es que posibilita el acceso a la alta velocidad sin necesidad de cuantiosas inversiones en mejorar la infraestructura, ya que puede adaptarse a la existente. El primer servicio comercial de este modelo en España se llevó a cabo, precisamente, en la línea Galicia-Madrid en junio de 2012.
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