Turismo Halal: 1.600 millones de potenciales clientes que se nos escapan

Romero remarcó que la variedad de exigencias es muy específica y no sólo varía entre las dos ramas del Islam, chiitas y sunitas, en aspectos como por ejemplo que los primeros no comen pescado ni nada que tenga espinas -de modo que, por ejemplo, a un turista iraní no se le puede ofrecer una paella y al de otra zona sí-, sino en muchos otros aspectos que hay que conocer.

No es un sólo modelo alimentario, son muchas realidades culturales que tener en cuenta a la hora de atenderles, "del mismo modo que no tratamos igual a un turista británico y a un alemán".

Isabel Romero protagonizó este martes un panel de experto en la Sevilla Tourism Week.

La potencialidad de este turismo es especialmente importante en el sureste asiático y el golfo pérsico, donde hay muchos países de mayoría musulmana en los que están creciendo mucho las clases medias y éstas están empezando a viajar por todo el mundo. Y según datos de Thomson Reuters, en 2020 el 60% de las clases medias del planeta van a estar en el sureste asiático en países de mayoría musulmana.

En el aspecto gastronómico la norma fundamental es servir alimentos sin contaminación cruzada de porcino ni alcohol. Por ello, de cara a los hoteles en concreto, es conveniente tener una zona del buffett dedicada a este cliente con unas bases y especificaciones según origen.

Mucho más que gastronomía

Aparte hay muchos aspectos a tener en cuenta respecto a la atención al cliente. "Una cosa es tener un plato halal y otra cosa servir un plato halal", indica. "Hay que ofrecerles confianza de que en nuestro país realmente les van a ofrecer un producto halal porque, si no, elegirán otro destino". Por ello es especialmente importante trabajar mucho en la cruzabilidad de los alimentos, ya que para ellos "no se trata de un daño de salud sino de un daño moral".

Romero remarca, que ya que se está haciendo tanto en este sentido para evitar alergias alimentarias e intolerancias, se puede profundizar también es este sentido y no dejar escapar a un cliente que puede ser tan valioso. "Estamos desperdiciando a un turista con alta capacidad de gasto" que, si no tiene garantías de que se respetan sus exigencias, "acaba en un Kebab o directamente no viene o no repite visita".

De hecho, en rankings de destinos España aparece en el sexto lugar respecto a aquellos a los que los musulmanes querrían viajar pero sólo en el 15 respecto a los que planean viajar realmente. "Estamos dejando un hueco a otros destinos por no estar preparados ni a nivel privado ni institucional".

Guías especializados, cosmética, salud...

Este turista aprecia detalles como el hecho de que en su habitación ya no esté presenta la habitual botella de vino, y también, fuera de los establecimientos en la promoción -que en los folletos no se incluyan sólo fotos de jamón y vino, por ejemplo- y en la aproximación de una cultura que tiene mucho en común con la suya. La presencia de guías especializados que les muestren el legado andalusí presente en España desde una perspectiva adaptada puede ser una gran oportunidad. Que por ejemplo el guía no use el término "Reconquista" y que se creen rutas específicas para estos mercados.

Turismo Halal: 1.600 millones de potenciales clientes que se nos escapan

También en cuanto a turismo de salud tiene una gran potencialidad -de hecho el clúster Spaincares ya está desarrollando una estrategia en este sentido-, tanto para el turismo médico como para tratamientos con cosméticos que no contengan materias primas que no admitan.

"Somos un destino que puede multiplicar sus ingresos" con este tipo de turismo, concluye Romero, y destaca que además son "clientes muy tranquilos, que quieren venir y no los estamos atrayendo".