El idioma triunfa como producto turístico
Publicada 22/11/16
- El turismo idiomático genera estancias más largas y es un producto importante para reducir la estacionalidad
- El aprendizaje del español escala posiciones entre las principales motivaciones para visitar nuestro país
- El perfil del estudiante es mayoritariamente femenino (65%) y el grupo comprendido entre los 18 y 25 años es el más numeroso
El turismo idiomático despierta cada día más interés entre los destinos por su repercusión en la economía, debido en gran medida a las estancias más largas que genera y a su capacidad para reducir la estacionalidad. Asimismo, como segunda lengua más utilizada en la comunicación internacional, se incrementa el interés en el mundo por aprender el español. Condiciones que se unen para impulsar esta actividad como otro gran producto de la industria turística de nuestro país.
Además del sol y playa y nuestro patrimonio histórico y cultural, el aprendizaje del español escala posiciones entre las principales motivaciones para visitar nuestro país. De hecho, según datos de la Subdirección General de Conocimiento y Estudios Turísticos, en materia de turismo idiomático, entre enero y septiembre de 2015 la cifra de estudiantes se incremetó un 22,5%, hasta los 955.697, y generaron un gasto próximo a los 2.000 millones de euros, un 37,7% más.
En la misma línea se pronuncia Ana Cózar, gerente de la Federación de Escuelas de Español como Lengua Extranjera (FEDELE): “Un indicador de la buena salud de este sector es que crece el número de escuelas que están solicitando la acreditación del Instituto Cervantes –condición obligatoria para incorporarse a dicha agrupación-. En el último año hemos pasado de 84 a 89 escuelas”.
Sostiene que “la promoción de nuestro país como destino para aprender español es un elemento clave para la Marca España, ya que estamos dando a conocer el destino entre un colectivo que tiene un interés especial por nuestra cultura y que que al volver a su lugar de origen suele actuar como embajador de nuestro país y de nuestra lengua”.
Según indican desde Turespaña, este año se han ejecutado 57 actividades de promoción y actualmente hay otras 52 aprobadas o propuestas por las Oficinas Españolas de Turismo (OET) relacionadas con el turismo idiomático. La mayoría de ellas se combina con otros productos relacionados.
Este viajero tiene, por tanto, una doble ventaja. Por un lado, es un turista de larga estancia, y, por otro, se convierte en un gran prescriptor, ya que, como indica Ana Cózar, son sobre todo jóvenes, que podrían volver como turistas en años sucesivos.
Los cursos suelen ehttps://www.hosteltur.com/edicion-impresa/goodbye-o-hasta-luego-el-impacto-del-brexitstar organizados por estas escuelas, universidades y otros centros. Y cada día más destinos apuestan por dicho producto con el fin combatir la estacionalidad. Aunque, como indica la gerente de FEDELE, también existen picos en esta actividad. Las escuelas cuentan con alumnos todo el año, pero la mayor concentración se produce en verano, aunque su ventaja sobre la temporada de sol y playa, es que su campaña es más larga, empieza en mayo y finaliza en octubre. “Es una actividad muy importante para el turismo español, con un alto nivel de repetición, así como un alto nivel de recomendación”, asevera.
Perfil del estudiante
Según el informe anual de la citada federación, basado en las encuestas realizadas entre sus siete asociaciones -en 2015 dieron servicio a unos 90.000 estudiantes, con una estancia media de 2,9 semanas-, el perfil del estudiante es mayoritariamente femenino (65%) y el grupo comprendido entre los 18 y 25 años es el más numeroso, seguido a no mucha distancia por los de 25 a 45 y de los 12 a 18.
Sus cinco principales mercados fueron Italia, Alemania, Estados Unidos, Francia y el Reino Unido. Coinciden con los principales emisores del área vacacional, a excepción de Estados Unidos. “El interés de los ciudadanos de EEUU por aprender y mejorar su español es una de nuestras principales bazas de futuro por la importancia del español allí. Es uno de los primeros mercados en nuestras escuelas y el primero en las universidades”, señala Cózar.
El freno de los visados
Los encuestados se quejan de que en determinados mercados la obtención de visados supone una gran barrera para los estudiantes que quieren realizar una estancia de inmersión lingüística. La directiva afirma que las escuelas “aceptan todos los controles necesarios para asegurar que una persona viene con el objetivo claro de aprender español, pero el proceso administrastivo debería ser más ágil y claro”.
Este reportaje forma parte de la revista HOSTELTUR de noviembre y también se incluye en el PDF adjunto.
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