Caso controladores: el juez cita de inmediato al director de navegación aérea de Santiago

Así lo ha referido a HOSTELTUR, noticias turismo, el abogado de los controladores, Diego Salmerón, quien ha participado en la vista en Santiago en la que declaraban cuatro de los ocho controladores aéreos de Lavacolla que han sido imputados por la acusación por los sucesos de 2010, si bien aún el delito cometido no ha sido determinado, algo que consideran fuera d etoda lógica jurídica.

Precisamentte, este martes se cumplen dos años del primer cierre parcial en el aeropuerto de Santiago cuando varios controladores aéreos del centro gallego notificaron que había llegado al máximo de horas, incluso con la carga de trabajo que Aena les había impuesto en el decreto de feberero de ese año, cuando convirtió las horas extras en jornada laboral regular, pasando de 1.280 a 1.670. La legislación obliga a un controlador a hacer esta comunicación para la conservación de su licencia.

Aena “impuso el cierre”

Salmerón ha referido que en la vista el director del aeropuerto de Lavacolla, Luis Rey, primero en comparecer ante el juez como testigo, ha explicado que la causa del cese de operaciones en Santiago a finales de 2010 se debió a que "Aena cerró el espacio aéreo", por lo que el Aeropuerto de Lavacolla "no podía operar, a pesar de que había controladores en sus puestos de trabajo”. Esto echa por tierra la versión oficial de lo que ocurrió en diciembre de 2010.

En este sentido, Salmerón ha rechazado que el espacio aéreo español se cerrase por la ausencia de controladores, dado que "Aena había comunicado a Bruselas el cierre tres horas antes de que hubiese ninguna incidencia" y mientras había "controladores sentados" en sus puestos de trabajo. "Habrá que ver a quién se acaba acusando de qué aquí", ha señalado.

Irregularidades documentadas

Salmerón destaca que han entregado al tribunal documentación que acredita “la serie de irregularidades cometidas y que la gestión de Aena llevó al caos".

Agrega que igualmente han demostrado que Aena mintió cuando aseguró entonces que ningún controlador se había pasado del máximo d ehoras permisible, a pesar de que “en un documento interno, se reconoce que habían sobrepasado el límite máximo y solicitan autorización a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) para la extensión". Un objetivo que finalmente pudo lograr solo a través de la militarización, pudiendo elevar la jornada anual hasta 1.840 horas.

Con esta documentación y las sentencias favorables que establecen que los controladores fueron obligados por Aena a trabajar ilegalmente en 2010, realizando al mismo tiempo actividades "incompatibles", la defensa espera que quede desestimada cualquier medida contra estos profesionales y se les levanten las sanciones a aquellos a los que le fueron interpuestas.