Las Fallas ya son Patrimonio Inmaterial de la Humanidad

Las Fallas constituyen una tradición única, que involucra a miles de valencianos y supone una fuente de creatividad colectiva que mantiene vivas determinadas prácticas tradicionales a través del tiempo.

De hecho, la Unesco ha valorado la creatividad en las artes de esta tradición porque garantiza la continuidad de muchos oficios. Además, considera que la utilización de poemas y otras formas de literatura suponen "una importante fuente de inspiración para que el patrimonio cultural inmaterial sea relevante en el mundo contemporáneo".

Las Fallas se celebran en marzo, coincidiendo con el día de San José.

Los valores estéticos de la fiesta y sus rituales heredados de generación en generación, han logrado que las Fallas se sumen a otros dos bienes de la ciudad como la Lonja de la Seda y el Tribunal de las Aguas, reconocidos por la Unesco en 1996 y en 2009, respectivamente.

El origen de las Fallas se remonta a la antigua tradición de los carpinteros de Valencia, en vísperas de la fiesta de su patrón San José, quemaban frente a sus talleres, en las calles y plazas públicas, los trastos viejos e inservibles junto con las piezas de madera que empleaban para elevar los candiles que les iluminaban mientras trabajaban en los meses de invierno.

Para festejar el reconocimiento, la Junta Central Fallera ha organizado diversos actos. Hoy se hará una ‘plantà al tombe’, elevando el remate de una falla del artista Juanjo García, y el domingo, 4 de diciembre, habrá una recepción oficial en el Palau de la Generalitat, una Crida especial de la Humanitat, un espectáculo piromusical con luces, y la Cremà de la Falla.