Airbnb denuncia que Barcelona no tiene interés en un diálogo constructivo
Exceltur apoya "las medidas institucionales de inspección y elevadas sanciones disuasorias"
Publicada 05/12/16- Airbnb ha alcanzado acuerdos de colaboración con más de 200 ciudades y regiones de todo el mundo... salvo en España
- En Amsterdam se han introducido límites automáticos para que no se pueda alquilar la primera residencia por más de 60 días, cumpliendo así con la ley, así como una herramienta online y una línea telefónica 24 horas para los vecinos
- Para Exceltur estas plataformas "deberían ser los mayores garantes del estricto cumplimiento de la legalidad y la fiscalidad vigente"
Las multas de 600.000 euros impuestas por el Ayuntamiento de Barcelona a Airbnb y HomeAway por reincidir en el hecho de publicar en sus webs ofertas de pisos sin número de licencia (‘El negocio de Airbnb en Barcelona: 3.812 pisos ilegales y 84 intermediarios’, publicado por HOSTELTUR noticias de turismo) ha sido la gota que ha colmado el vaso. El responsable de Comunicación de Airbnb para España y Portugal, Andreu Castellano, ha señalado que el Consistorio, “a diferencia de muchas otras ciudades, no ha demostrado un interés real en explorar un diálogo constructivo con Airbnb en los últimos meses”.
Airbnb, como ha destacado Andreu Castellano, “siempre se ha mostrado abierta a trabajar con las administraciones, como queda demostrado con los acuerdos a los que se ha llegado con más de 200 ciudades y regiones de todo el mundo”. De hecho están “manteniendo conversaciones productivas y constantes con las diferentes administraciones en España” salvo, al parecer, con el Ayuntamiento de la Ciudad Condal.
En este sentido la plataforma acaba de anunciar la renovación y ampliación de sus compromisos con Londres y Amsterdam. En la capital británica a partir de la primavera de 2017 limitará a 90 días al año los alquileres de pisos completos que no cuenten con una licencia específica para ponerlos en el mercado durante más tiempo. De este modo se pretende evitar que los alquileres turísticos agraven la crisis de la vivienda en la ciudad, al mermar el mercado de los alquileres a largo plazo.
Los propietarios que alquilan su piso más de 90 días al año en la capital británica ya deben pedir un permiso especial, si bien hasta ahora la firma estadounidense no contaba con mecanismos para obligar a cumplir ese límite.
Así, el portavoz del Ayuntamiento, Tom Copley, ha reconocido que “sabemos que hay propietarios profesionales que han abusado de estas páginas, convirtiendo sus viviendas en hoteles sin licencia. Este paso debería ayudar a asegurarse de que Londres aprovecha los beneficios económicos del turismo que crea Airbnb sin poner presión sobre nuestro parque de viviendas”.
Sus últimas cifras revelan que Airbnb registró un incremento del 85% de usuarios en el Reino Unido entre junio y agosto, hasta alcanzar 1,6 millones de huéspedes, comparado con 860.000 durante el mismo periodo del año anterior, según recoge Efe.
En Amsterdam se ha firmado el segundo acuerdo marco con la ciudad desde 2014, que incluye cambios en la plataforma para “introducir límites automáticos que aseguren que no se puede alquilar la primera residencia por más de 60 días, como establece la normativa en la ciudad, con el ánimo de luchar, de manera conjunta con el Consistorio, contra los hoteles ilegales”.
También se pone a disposición de los ciudadanos de Amsterdam una herramienta online para vecinos en la que compartir cualquier preocupación sobre un anuncio, incluyendo problemas de ruidos; una línea telefónica disponible 24 horas al día, los siete días a la semana, para problemas de los vecinos y las comunidades de la ciudad sobre esta actividad; y nuevas herramientas de transparencia con las que Airbnb seguirá compartiendo datos agregados del impacto del alquiler vacacional y colaborará con el Ayuntamiento para el cumplimiento de la ley.
HomeAway
Por su parte desde HomeAway lamentan que “el Ayuntamiento de Barcelona vaya en contra de la normativa europea y nacional, y se postule en contra de las recomendaciones de la Comisión Europea, la CNMC, la OCU, o el Defensor del Pueblo, entre otros, obstaculizando el normal desarrollo del comercio electrónico y de las plataformas de alquiler vacacional”; postulándose a sí mismos como “el futuro de la industria del turismo, aportando una transparencia y unas garantías a los consumidorescomo nunca antes las habían disfrutado”.
HomeAway asegura “realizar campañas de información y sensibilización sobre regulación entre los propietarios de viviendas vacacionales, ha habilitado un campo específico para mostrar el número de registro y colabora abiertamente con las administraciones para hallar soluciones que permitan el libre ejercicio de la actividad y el reparto de sus beneficios”.
En cualquier caso la plataforma se muestra “siempre abierta al diálogo. De hecho, mantenemos una comunicación fluida con la Generalitat, pero desgraciadamente el Ayuntamiento de Barcelona nunca ha mostrado un deseo evidente de abrir una línea de comunicación con nuestra compañía”; denunciando además que lo que busca es “demonizar a los propietarios que no cuentan con registro y al mismo tiempo no les permite regularizar su situación debido a la moratoria”.
Exceltur apoya al Ayuntamiento
Desde Exceltur, sin embargo, apoyan “las medidas institucionales de inspección y unas elevadas sanciones disuasorias como las del Ayuntamiento de Barcelona, a unas plataformas que se recrean en prescribir, comercializar y mantener buena parte de esa actividad como economía sumergida, evitando cumplir la legislación regional y municipal”, aunque “deberían ser los mayores garantes del estricto cumplimiento de la legalidad y la fiscalidad vigente. Ello crea en paralelo crecientes problemas urbanísticos, de convivencia ciudadana y perdida de empatía/turismofobia; retos problemáticos que tienen alcance nacional y exigen una urgente política de Estado, coordinada por el Gobierno”.
Para HomeAway “Exceltur muestra una evidente falta de neutralidad y presiona a la Administración para evitar la competencia de una industria de éxito y que cuenta con el respaldo evidente de millones de viajeros de todo el mundo. Con su actitud está intencionadamente obstaculizando el diálogo, clave para hallar soluciones efectivas, y está actuando de una forma irresponsable y en contra de los intereses de toda la industria turística”.
Actitudes semejantes, concluyen las mismas fuentes, “han sido las que han contribuido a tensar la situación en Barcelona de tal modo que en la actualidad la moratoria está extendida en el centro a cualquier tipo de alojamiento turístico, incluidos hoteles, paralizando inversiones muy importantes para la ciudad”.
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