Rolls-Royce pagará 73 millones a Qantas por el incidente del A380
Publicada 24/06/11
- Tras el incidente, Qantas dejó en tierra su flota de A380 para llevar a cabo una inspección de los motores en la que trabajó de forma estrecha con Rolls-Royce
Rolls-Royce abonará 100 millones de dólares australianos (73 millones de euros) a Qantas por la explosión en pleno vuelo de uno de sus motores Trent 900 en un A380, lo que obligó a realizar un aterrizaje de emergencia en Singapur el 4 de noviembre del año pasado
Si bien los términos concretos del acuerdo son "confidenciales", Qantas, segundo operador del A380 después de Sinpapore Airlines, reconoce un impacto de este incidente en sus cuentas alcanza los 95 millones de dólares australianos (casi 70 millones de euros).
El acuerdo incluye la suspensión de las medidas judiciales iniciadas por Qantas ante el Tribunal Federal de Australia en diciembre de 2010, un mes después de que el incidente a bordo del A380, el más grave sufrido en un 'superjumbo', obligara a la aerolínea australiana a interrumpir sus operaciones con estos aviones, según confirmó en un comunicado la compañía. Qantas aseguró que su relación comercial con Rolls-Royce ha sido "larga y exitosa" durante varias décadas y confió en que continúe así tras el acuerdo alcanzado este miércoles.
Por otro lado, la compañía espera obtener este ejercicio su mejor ganancia anual desde que comenzó la crisis financiera global, a pesar de los desastres naturales y los altos precios del petróleo. Qantas espera obtener un beneficio subyacente de entre 500 y 550 millones de dólares australianos (368 y 405 millones de euros) durante el ejercicio 2010-11, impulsado por la sólida evolución de sus operaciones domésticas.
Mientras, el negocio internacional supondrá una pérdida aproximada de 200 millones de dólares australianos (147 millones de euros), cálculos que incluyen los 21 millones de dólares australianos (15,45 millones de euros) de impacto por las cenizas volcánicas. "Es evidente que la situación no es sostenible'', afirmó el consejero delegado de Qantas Alan Joyce, quién añadió que la compañía está desarrollando una estrategia a largo plazo destinada a restablecer "la competitividad y la rentabilidad".
Informe final en 2012
La Oficina de Seguridad del Transporte de Australia (ATSB), que investiga el incidente, señaló en su informe provisional, publicado el pasado 18 de mayo, que el fuego se originó por un defecto de fabricación que provocó la rotura del tubo de alimentación de aceite, el filtro del líquido y derivó en la explosión de un motor en pleno vuelo. La investigación de la ATSB está todavía en curso y se espera un informe final para mediados de 2012.
Tras el incidente, Qantas dejó en tierra su flota de A380 para llevar a cabo una inspección de los motores en la que trabajó de forma estrecha con Rolls-Royce. El primer A380 de Qantas reanudó sus operaciones en noviembre, el resto lo hizo desde enero de este año.
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