La disponibilidad online, imprescindible para vender turismo rural en agencias
Publicada 05/12/12
La venta de casas y hoteles rurales a través de agencias de viajes en España sigue sin despegar, según se desprende del reportaje central de la edición de diciembre de la Revista Hosteltur, dedicado al turismo rural.
Pese a que en los últimos años han salido al mercado una gran variedad de sistemas tecnológicos que permiten organizar todos los canales de distribución, los propietarios de este tipo de alojamiento, no acaban de entenderlos y no invierten. Así al menos lo aprecian desde las agencias de viajes y turoperadores, sector minoritario como canal de distribución de este tipo de producto.
“En estos últimos cuatro o cinco años las cosas han cambiado bastante en unos aspectos pero, por otro lado, no ha repercutido en la misma medida ese cambio en la comercialización y distribución. Ahora hay más portales y sistemas tecnológicos que permiten al establecimiento rural ser más barato y ágil, les ofrece más posibilidades para vender”, señala Carlos Almoguera, director de la agencia mallorquina Mundojet.
Pero según añade, “los dueños o gestores de estas casas y hoteles no terminan de entender que, dado que este tipo de producto se vende online (ya sea B2C o B2B), tienen que estar en la mayor parte de canales, pero se conforman en estar en unos pocos. Y ahora hay herramientas tecnológicas que permiten estar en todos. Esto no lo acaban de entender y son capaces de gastarse 5.000 euros en un sofá para el vestíbulo, pero no en un software para estar visibles en todos los canales”.
En este sentido, Alberto Ramos, director del turoperador especializado en turismo rural Mundomochila, se muestra de acuerdo en que la asignatura pendiente que tienen los propietarios de establecimientos rurales es la comercialización, pese a la uena oferta tecnológica que hay actualmente. “Para vender bien este producto es imprescindible que este sector tenga actualizado, online, la disponibilidad, como un hotel. Nosotros trabajamos con Ruralgest, que es un motor de reservas en el que, al igual que por ejemplo en Transhotel, a hacer una reserva desaparece del banco de plazas esa disponibilidad. Les estamos obligando a que mantengan actualizada su disponibilidad. De ese modo, cuando la agencia de viajes entra en nuestra web, ve online lo que hay disponible”.
“No quieren pagar comisiones”
“Por otra parte –continúa Almoguera- son capaces de hacer un 15% de descuento al cliente, pero les cuesta pagar la comisión al distribuidor, que les aportaría más clientes que los que consiguen por sus medios. Este producto tiene muchas posibilidades, pero padece de una falta de profesionalidad por parte de sus propietarios. La mayoría no sabe ni hacer un escandallo de precio. Y cuando lo hacen, no contemplan el gasto en marketing y distribución”, añade.
La crisis hace que la agencia se fije ahora más en el turismo rural
Respecto a las agencias de viajes, el director de Mundomochila destaca que en los últimos años se aprecia un aumento de ventas, dado que la crisis “les obliga a vender de todo, a fijarse en todas las alternativas posibles”. La comisión media de este producto para la agencia se mueve entre el 12% y 14% “igual que el hotel”, dice Ramos.
Este turoperador trabaja con unas 2.500 agencias de viajes españolas, y a primeros de año comenzará a trabajar también con las agencias alemanas, francesas y británicas.
Otro factor a tener en cuenta es la puesta en marcha hace dos años de la directiva europea Bolkestein de liberalización de servicios: la distribución del producto se ha abierto aún más.
El efecto de la Bolkestein
En este sentido, el joven emprendedor Domingo Fernández señala que “tengo en mente la posibilidad de crear una página web para la reserva online de alojamientos rurales en Andalucía a cambio del cobro de una comisión estipulada por reserva al alojamiento. Se trataría de una central de reservas. Dada la pasada introducción de la directiva Bolkestein en nuestro país, creo que aprovecharé estas facilidades para crear una empresa sin necesidad de ser agencia de viajes. La idea sería empezar de esta forma y con el tiempo constituir agencia de viaje para ofrecer servicios complementarios al alquiler (rutas, visitas, entradas, packs, etc.)”.
El objetivo de Fernández es “el público final”, dice. “Si llevo adelante el proyecto, contactaré de modo personalizado con los propietarios de alojamientos rurales para contar con oferta. Y de cara al mercado, haré publicidad en Google para obtener visibilidad, y también en medios físicos a nivel local. Ahora lo que estoy viendo es qué sistemas hay para ofrecer disponibilidad online. Es fundamental para ofrecer valor añadido al cliente y poder vender este producto”.
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