Este es el mapa del alquiler turístico en Mallorca
Publicada 27/03/17
- Terraferida calcula que Airbnb ofrece 78.543 plazas de alquiler turístico en Mallorca
- La organización asegura que plataformas como Airbnb son pura especulación que han encarecido "un 40%" el precio de compra y alquiler y generado "una grieta social entre propietarios y no propietarios"
- Terraferida critica que haya "un solo instructor para hacer efectivas las denuncias contra la actividad turística ilegal" en Mallorca
Terraferida asegura que Airbnb ofrecía en Mallorca a principios de 2016 un total de 11.271 alojamientos con capacidad para 78.543 plazas y que ninguno de ellos "declara tener licencia turística".
La entidad ha realizado un estudio con datos de enero de 2016 de InsideAirbnb y ha informado en un comunicado de que los alojamientos de Airbnb sumaron 550.283 estancias en 2015.
Según Terraferida, las casas aisladas y apartamentos suman el grueso de la oferta, con 9.689 alojamientos, y las casas con habitaciones privadas para turistas son 1.556. La oferta de alojamiento y desayuno supone el 2 %, del total.
Los más de 20 tipos de alojamientos ofertados en Mallorca detectados por Terraferida incluyen 11 caravanas, 9 castillos, 37 barcos, 13 tiendas de campaña, una barraca, un iglú y una casa en un árbol, según la nota.
Terraferida ha manifestado que los datos "dan una idea de la magnitud del fenómeno del alquiler turístico en las Islas, que ya tiene consecuencias sociales y ambientales enormes", si bien suponen solo una parte del total.
Mobbing inmobiliario
El colectivo ha asegurado que ese tipo de alojamiento "ha disparado la construcción en todo tipo de suelos, sobre todo en rústico, genera más presión sobre recursos básicos como el agua, la tierra y los espacios naturales e incrementa el consumo de energía, la generación de residuos, los coches de alquiler y multiplica las necesidades de movilidad".
Consideran que además ha disparado el precio de las casas de compra y de alquiler "un 40% en 3 años" y ha generado "una grieta social entre propietarios y no propietarios".
Según Terraferida, se han producido casos de "mobbing inmobiliario" y el modelo pone en cuestión la función primordial de la vivienda como lugar de residencia.
Además critican que la mezcla de usos residenciales y turísticos genera conflictos de convivencia y "contribuye a masificar más la isla.
En opinión de Terraferida, "plataformas como Airbnb son pura especulación" porque ni tienen trabajadores ni pagan impuestos en Mallorca.
Un único instructor contra el fraude
Terraferida ha anunciado que entregará los datos y los mapas interactivos que ha elaborado a partir de ellos a la Conselleria de Turismo y ha pedido al Govern que luche contra el alquiler turístico fraudulento y apruebe pronto "una nueva regulación que obligue a los portales de internet a exponer la licencia".
La entidad ha reclamado además al Govern que renuncie a legalizar el alquiler turístico a las viviendas plurifamiliares mediante la nueva Ley de Estancias Turísticas y que incorpore más personal para perseguir el fraude existente.
Terraferida ha criticado que en la comunidad con más plazas turísticas del mundo haya "un solo instructor para hacer efectivas las denuncias contra la actividad turística ilegal".
Aptur acusa a Terraferida de falsear su análisis
Tras el análisis de Terraferida, la Asociación de Apartamentos y Viviendas de Alquiler de Temporada de Baleares (Aptur) ha acusado a la entidad ecologista de sacar conclusiones falsas del análisis de la oferta de arrendamiento vacacional en Mallorca para criminalizar esta actividad.
Aptur señala que no es obligatorio publicar en Airbnb el número de licencia de las viviendas, de lo que no se puede deducir que las que no lo difunden no lo tengan, y recuerda que hay entre 12.000 y 13.000 domicilios autorizados para alquilar a turistas.
Según la agrupación de arrendadores, Terraferida confunde propietario con comercializador para denunciar que el alquiler vacacional es un "negocio centralizado" que funciona como "una multinacional, algo que no se corresponde con la realidad.
"Actualmente hay empresas que comercializan legalmente el alquiler de propietarios pequeños que no tienen tiempo, conocimientos informáticos o de idiomas para desarrollar esta tarea", incide Aptur, que acusa a la asociación ecologista de simplificar el fenómeno del incremento del precio de la vivienda para achacarlo al alquiler vacacional.
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