Hay más quiebras de aerolíneas en España que en el resto de Europa

Así lo desvela un estudio realizado por Europair, el bróker aéreo español. El estudio analiza más de 800 aerolíneas de un total de 17 países, escogidos por su presencia e importancia en la aviación europea.

“España es el tercer país con más turistas del mundo y líder en servicios. Sin embargo, está a la cola en saber cuidar y mantener en el aire sus aerolíneas. Nos ha sorprendido mucho la posición de Suecia en la parte baja. Su ratio se sitúa en el 26%, un dato muy bajo respecto al nivel económico y empresarial del país. También destaca que nuestros vecinos de Portugal estén a la cabeza, dado que sus aerolíneas no son muy conocidas entre el gran público”, explica Luis Matera, responsable del departamento de Business Intelligence de Europair.

Las aerolíneas quiebran antes en España que en el resto de Europa

Aunque Alemania, Francia y Reino Unido estén a la cabeza de la economía europea no lo están en el ratio de supervivencia de sus aerolíneas. Si bien son los países con más compañías aéreas (históricas y actuales), su ratio se sitúa entre el 34% y el 40%.

Países más pequeños y, en cierto sentido, más modestos y con una menor presencia en el mercado de la aviación han sabido controlar los riesgos en este sector tan cambiante y sensible a fluctuaciones de todo tipo. A pesar de contar con menos aerolíneas históricas, el ratio de supervivencia de las aerolíneas de Portugal, Irlanda, Suiza, Austria, Polonia y otras naciones escandinavas se sitúa entre el 38% y 58%. El número de aerolíneas activas por país de este grupo varía entre 6 y 15.

“A pesar de que la crisis económica ha sido global y golpeó indistintamente a todos los países europeos en diversa medida, no es motivo por el que destaquemos tan negativamente. En España hubo aerolíneas que se lanzaron con una evidente falta de planificación, sin un estudio de mercado previo. Quizás hubo casos de una ausencia de conocimientos del sector aeronáutico en la gestión directiva que ha desembocado en la falta de previsión para contingencias de eventos inesperados”, asegura Matera.