Una red de mujeres de Jerusalén busca en el turismo una salida profesional
Publicada 09/04/17
- El Ayuntamiento de Jerusalén impulsó la iniciativa "Mujeres y fábulas", que forma a las participantes en técnicas de negocio y empoderamiento
- Liderada por mujeres de diferentes comunidades, la iniciativa turística consiste en que ellas reciben a los visitantes en sus propias casas
- La ideas, extendida por diferentes barrios, congrega actualmente a 60 mujeres
Una red de mujeres judías yemeníes y kurdas, ultraortodoxas y palestinas de Jerusalén tratan de hacerse un hueco en la industria turística abriendo la puerta de su casa a viajeros deseosos de conocer estas comunidades.
Hace cuatro años el Ayuntamiento de Jerusalén impulsó la iniciativa "Mujeres y fábulas", que forma a las participantes en técnicas de negocio y empoderamiento, y un grupo de ellas optó por utilizar estos conocimientos para buscar una salida profesional en el sector turístico.
Liderado por mujeres de diferentes comunidades, la iniciativa consiste en que ellas reciben a los visitantes en sus propias casas. De hecho, como emprendedoras, este grupo se ha propuesto poner sobre la mesa sus talentos y mostrar sus habilidades en pintura, música y artesanía y generar así ingresos para sus economías familiares en comunidades donde el alto índice de fertilidad suele relegar a las mujeres al rol de madre.
Como anfitrionas, ofrecen talleres, comida casera y relatos sobre sus antepasados y sobre su vida, con los que crean un entorno de intimidad, lo más valorado por los visitantes que las contratan buscando otra forma de hacer turismo.
Efrat Guiat, judía de origen yemení y con cinco hijos, se ha reincorporado a su profesión como guía turística al tiempo que cuida de su familia. "Estoy feliz. Este proyecto me ha permitido compatibilizar mi maternidad con mi trabajo", declara a Laura Fernández Palomo, de la agencia Efe, en el valle de Ein Kerem, en Jerusalén occidental.
Junto a otras diez residentes en Ein Karem -pueblo natal de los padres de San Juan Bautista según la tradición cristiana y centro de peregrinación- han consolidado "una red de experiencias" para turistas con la que consiguen ingresar entre 4.000 y 8.000 shekels (1.000 y 2.000 euros) cada una. "He conseguido aportar un sueldo a mi casa", afirma Efrat.
Shoshana Karbasi hace bailar a los visitantes con música judeoespañola (ladina) como muestra de una herencia que comenzó en España, pasó por Marruecos y terminó en Jerusalén.
Conectada con Isaac Al Fasi, andalusí del siglo XI y líder de la comunidad judía de la localidad de Lucena (Córdoba), Shoshana indagó en sus orígenes que ahora muestra a los turistas en forma de poemas y cuentacuentos.
La iniciativa, extendida por diferentes barrios, congrega actualmente a 60 mujeres, explica a Efe Yael Kurlander, directora del programa municipal, que el Ministerio de Turismo de Israel está estudiando para trasladar a otras localidades, como Tel Aviv.
"La mayoría nunca había trabajado antes", detalla Orly Ben Aharón, asesora de la alcaldía en temas de mujer.
"Sin duda este programa abre un abanico de oportunidades a las mujeres que no pueden abandonar la casa por las características de su comunidad", explica Mina Gene, del citado Ministerio.
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