Tecnología holográfica para destinos turísticos inteligentes

A diferencia de las gafas convencionales de realidad virtual (que nos aíslan del mundo físico que nos rodea para proyectar ante nosotros un entorno generado por ordenador) o de las gafas de realidad aumentada (tipo Google Glass, que proyectan datos sobre las cosas que vemos), las Hololens, diseñadas por Microsoft, crean hologramas a nuestro alrededor.

De este modo, por ejemplo, sobre una mesa puede aparecer el mapa en 3D de una ciudad, que podemos “tocar” para visualizar diferentes elementos informativos, acercarnos para ver los detalles, etc.

Las Hololens se conectan por la red wifi, sea la de un destino turístico inteligente, un centro de convenciones, un parque temático, un crucero, o bien la propia señal de nuestro smartphone mientras andamos por la calle.

Este dispositivo, que se vende a partir de 3.000 euros, todavía no cuenta con aplicaciones de ocio pensadas para el consumidor final y los usos, de momento, son principalmente para profesionales (ingenieros, educadores, médicos... Y dentro de poco, controladores aéreos), según explica Tomás González, director de marketing de Kabel, empresa española colaboradora de Microsoft.

También los gestores de destinos inteligentes podrán usar esta tecnología para, por ejemplo, ver el holograma de la ciudad en 3D sobre su escritorio y controlar en tiempo real el tráfico, los flujos de visitantes, etc.

Un futuro en el que veamos visitantes de un museo, turistas en una ciudad, etc, equipados con Hololens está todavía cada vez más cercano, dado que las lentes holográficas forman parte de la llamada tecnología exponencial.

“Eso quiere decir que, cada 18 meses, esta tecnología duplicará sus prestaciones y dividirá por dos su precio”, explica Rubén Sopeña, director de arquitectura y tecnología de Kabel.