Airbnb pacta en San Francisco mientras negocia en Madrid
Publicada 04/05/17
- Airbnb ha llegado a un acuerdo con el Ayuntamiento de San Francisco para poner fin al litigio que mantenían desde hacía meses y por el que la compañía se compromete a remitir un listado para que las autoridades puedan comprobar si cumplen con los requ
- El Ayuntamiento de Madrid está negociando con Airbnb para fijar tope de días de alquiler así como una tasa para este tipo de viviendas
- Airbnb asegura que quieren ser "buenos socios de la ciudad y del gobierno regional y alejar a los malos actores"
Airbnb ha alcanzado un acuerdo con el Ayuntamiento de San Francisco que pone fin al contencioso que mantenía desde hacía meses con el consistorio de su ciudad de origen. Mientras tanto en Madrid negocia con las autoridades para sellar un pacto que regularice su actividad a la espera de que se apruebe una normativa autonómica.
En la ciudad estadounidense la plataforma de alquileres vacacionales ha aceptado facilitar todos los meses al ayuntamiento una lista de las propiedades que se anuncian en su web a fin de que pueda verificar que cumplen todos los requisitos y si no es así eliminarlas de su listado. En concreto, la ley en San Francisco establece que una persona solo podrá poner en alquiler una única vivienda en la que habite como mínimo nueve meses al año (es decir, solo puede alquilarla tres meses) y por un periodo máximo de 30 días seguidos.
Se trata de unos requisitos casi idénticos a los que el Ayuntamiento de Madrid quiere fijar para Airbnb y el resto de plataformas de alquiler entre particulares con las que se encuentra en negociaciones. El Consistorio de Manuela Carmena quiere evitar que las viviendas vacacionales se conviertan en hoteles encubiertos – en un año se han duplicado las plazas (AEHM advierte de los riesgos del alquiler ante un alza del 100% en Madrid)- y por ello contempla, entre otras medidas, que solo se pueda subir a dichos portales una vivienda por persona, lo que se verificaría a través de un certificado de empadronamiento.
Además, las autoridades de la capital quieren fijar un tope máximo para alquilar el piso que podría ser de 60 días -aún no está decidido- y establecer una tasa de un euro al día, al estilo de lo que sucede en otras ciudades turísticas como Ámsterdam.
Desde Airbnb celebran “las conversaciones que están teniendo lugar en Madrid sobre la figura del home sharing” e insisten en declaraciones a HOSTELTUR noticias de turismo que “queremos ser buenos socios de la ciudad y del gobierno regional, y trabajar juntos para apoyar a las familias locales que comparten sus hogares. Esta modalidad de alojamiento contribuye de manera muy positiva a la ciudad y a la comunidad autónoma”.
El año pasado la actividad económica generada por anfitriones y huéspedes en la capital fue de 447 millones de euros. En su mayoría, según la compañía estadounidense, los anfitriones son familias de clase media que comparten sus hogares y por ello insiste en que “queremos trabajar con las administraciones para apoyar a estas personas y alejar a los malos actores, tal y como está sucediendo en otras ciudades alrededor del mundo”.
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