Barcelona hates tourists en Google

Y resultó que, efectivamente, otras personas antes que yo habían recurrido a Google para comprobar si Barcelona odia a los turistas o acaso no es más que una leyenda urbana.

Pero lo cierto es que esa turismofobia de la que hemos hablado en ocasiones anteriores sigue avanzando en la capital catalana.

El pasado viernes, por ejemplo, una manifestación de unas 250 personas acabó con un grupo de los participantes lanzando globos con pintura y huevos contra las fachadas y la entrada de los hoteles Amistat Beach Hostel y Travelodge Poblenou, según informó El Periódico de Catalunya.

Tras los incidentes, "el sector denuncia que el discurso crítico del Ayuntamiento está alimentando el vandalismo contra los establecimientos", según informó La Vanguardia.

Manel Casals, director del Gremio de Hoteles de Barcelona, en declaraciones al citado rotativo, declara: “Ni siquiera el alcalde accidental, Gerardo Pisarello, condenó los hechos de un modo contundente. Aquello no fue ni acto simbólico, ni performance, tal y como declaró uno de los organizadores por televisión. Fue un acto de violencia".

También El Periódico añade más detalles: Los hoteleros acusan al ayuntamiento de alentar la polémica.

En la actualidad, en Barcelona hay un empate entre partidarios y detractores del crecimiento turístico, según una encuesta municipal.

En todo caso, el 86,7% de los vecinos considera que el turismo es beneficioso para la ciudad, tal como refleja la encuesta realizada en 2016. Pero esta percepción cae cinco puntos respecto al año 2015, cuando dicho porcentaje era del 91,5%.

Protesta contra el Bus Turístico de Barcelona, en noviembre de 2016.

Otros antecedentes

También pasado 14 de enero, grupos de manifestantes entraron en el vestíbulo del hotel Soho House de Barcelona y por la tarde hicieron lo mismo en un Generator Hostel, en el barrio de Gracia, al grito de "El turismo mata los barrios".

Y el pasado noviembre, grupos de manifestantes pararon los Buses Turísticos. Sin olvidar que el crucero más grande del mundo enciende la polémica en Barcelona.

A mí me parece que ahora mismo Barcelona es una olla a presión. Hasta ahora, los medios internacionales se han hecho eco del "debate" sobre el modelo turístico, la "saturación", la "gentrificación", etc.

Pero si alguna vez se graba y difunde un vídeo por redes sociales mostrando un incidente con turistas involucrados (una manifestación que acaba a tortas, alguien que cae empujado y se hace daño, etc), los medios internacionales dejarán de poner el foco en el debate y los problemas de fondo, para centrarse en la violencia. Qué promoción turística más bonita.

Y ojo, porque estábamos todos avisados que este fenómeno podía ir a más. Ya en el año 2010, HOSTELTUR publicó el tema de portada "Cuidado con la turismofobia".

Por cierto, he decidido clasificar este artículo de análisis dentro de una subsección de HOSTELTUR que se llama "Gestión de crisis y emergencias".