El atraso con la Directiva genera inseguridad jurídica para las agencias

La situación en España es complicada debido a que hay una peculiaridad, al haber una normativa básica que ha de partir del Estado y que posteriormente deben desarrollarse una legislación autonómica, debido a que la materia de consumo es competencia estatal y la turística corresponde a las Comunidades Autónomas.

“Esto hace que sea un proceso complejo”, explica Blasco, "un proceso que creemos tendría que estar mucho más desarrollado de lo que está en estos momentos, porque no olvidemos que la transposición tiene que estar publicada el 1 de enero de 2018, y entrar en vigor el 1 de julio de 2018”.

Y subraya que “hasta la fecha, no disponemos las agencias de borradores de texto que vaya a ser aprobado y eso produce inseguridad jurídica. Las empresas, las agencias de viajes, ya seamos online o presenciales, necesitamos conocer con suficiente antelación el marco legal en el que nos movemos, ya no sólo a nivel de garantías, que es de lo que se está hablando mucho. Hay más implicaciones derivadas de la directiva que pueden llevar a modificación de los contratos, modificación de folletos, de condiciones contractuales, y eso evidentemente las agencias no lo podemos saber con un mes de antelación”.

Los programas para el verano 2018 se empezarán a fijar después de este verano y habrá que tener en cuenta en qué condiciones puede cancelar el cliente, con qué plazo.“No nos podemos mantener es en una situación de inseguridad con desconocimiento de cuál va a ser el desarrollo”. Además la directiva contempla los servicios de viaje vinculados, una materia muy compleja que necesita ser desarrollada y que interesa conocer especialmente a las agencias.

A nivel estatal el desarrollo es responsabilidad de Consumo, y “tenemos que decir que hay muy buena actitud, de total colaboración por parte de la Secretaría de Estado de Turismo, pero aún así “nos encontramos en la situación de que en mayo de 2017 no disponemos ni de borradores. El tiempo se está echando encima y con la complejidad que tiene el sistema español”.

Blasco afirma que desde el sector de agencias de viajes, por parte de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV) “llevamos ya tres años trabajando con este tema, hemos hecho numerosas propuestas y hay una inactividad que en modo alguno está ni propiciada ni defendida por parte de las agencias de viajes. Las agencias queremos saber el marco legal en el que nos tenemos que mover. Los consumidores lo quieren saber pero las agencias somos las primeras interesadas en saber en qué marco legal tenemos que desarrollar nuestra actividad”.

Por eso, “desde antes de la aprobación de la directiva por parte de CEAV hemos estado manteniendo reuniones con la Secretaría de Estado de Turismo, con múltiples Comunidades Autónomas, intentando activar este proceso tan complejo y nos preocupa mucho que no lleve el ritmo que debería llevar”.

Respecto a la propia normativa europea, señala “durante muchos años se ha venido reivindicando por parte de las agencias presenciales un terreno de juego justo. La nueva Directiva introduce un concepto que es el de servicios de viaje vinculados que habrá que ver cómo se desarrolla y cómo se articula, ya no sólo para que estemos todos en un terreno justo las presenciales respecto de las online, sino también las agencias, ya seamos online o ya seamos presenciales, respecto a todos esos otros intermediarios que han aparecido en la distribución de productos turísticos o respecto a los proveedores en su venta directa”.

Hay por parte de la Directiva un esfuerzo por incorporar el negocio online, pero “es posible que se hayan quedado un poco a medio camino”. En cualquier caso, la directiva también prevé que en un plazo de tres años se elabore un informe para considerar en qué medida se ha conseguido proteger al consumidor –porque no nos olvidemos que la normativa, la Directiva de Viajes Combinados es una directiva con un objetivo, que es la defensa del consumidor-. Evidentemente lo que ocurre es que la tecnología, la realidad de los negocios va muy por delante del proceso legislativo, especialmente a nivel europeo. Y posiblemente cuando sacas una norma ya se ha quedado obsoleta. En ese sentido, hay que ver cómo evoluciona, lo que aquí interesa es que la normativa europea y las normativas estatales establezcan las mismas obligaciones y reglas de juego en defensa del consumidor para esos intermediarios de la distribución de productos turísticos que no son agencia, o no se quieren llamar agencia”.