Ayuntamientos y empresarios urgen a regular las viviendas turísticas

La proliferación de viviendas turísticas, especialmente en el centro de algunas ciudades, ha propiciado una gran concentración de turistas que se ha convertido en molesta para sus residentes en determinados momentos, e incluso en más de una ocasión han hecho público su malestar a través de manifestaciones, protestas y pintadas en algunos edificios. Para atajar esta situación en algunos lugares "se han improvisado normas locales para restringir la actividad turística", criticó el presidente de Exceltur, José María González.

El alcalde de Palma de Mallorca y presidente de la FEMP (Federación Española de Municipios y Provincias), José Hila, destacó que en el centro de la capital mallorquina residen 25.000 personas, pero en días de gran confluencia de cruceros -a veces han llegado a coincidir hasta ocho- puede haber hasta 30.000 y 40.000 ciudadanos, con lo cual "es normal que los residentes estén preocupados, pero lo que hay que hacer es gestionar", señaló. En este sentido, detalló que están buscando alternativas, como que no coincidan tantos barcos en el mismo día. Respecto al alquiler turístico no regulado indicó que el "el Estado es quien puede poner firmes a las plataformas".

La primera mesa de debate, moderada por el vicepresidente de Exceltur, José Luis Zoreda, contó con el alcalde de Sevilla, Juan Espadas; el vicepresidente de Meliá Hotels International, Gabriel Escarrer; el coordinador general de la Alcaldía de Madrid, Luis Cueto; el consejero delegado de NH Hotels Group, Ramón Aragonés; la alcaldesa de Santander, Gema Igual, y Juan Orti, presidente y consejero delegado de American Express España.

La ciudad de Madrid no sufre problemas de sobreocupación, según destacó el coordinador general de la Alcaldía, Luis Cueto. Recibe nueve millones de turistas cada año y aún tiene margen de crecimiento. Como ejemplo, expuso que podrían recibir 11 millones sin problema, aunque reconoció que otra cosa sería llegar a los 18 millones. Por lo que conviene tomar medidas.

En este sentido y para controlar la oferta de viviendas, explicó que el Ayuntamiento dispone de una herramienta que es el Plan General Urbano, que prohíbe convertir viviendas en hoteles pero no contempla restricciones para transformar edificios de oficinas en alojamiento. El objetivo es evitar la expulsión de los residentes de su lugar de residencia por la proliferación de apartamentos turísticos.

Tampoco Santander, Málaga, Sevilla, Valencia o San Sebastián , que también estuvieron representandas en dicho encuentro, presentan ese problema. Su gestión se centra más en otras cuestiones, como la diversificación, como señaló Gema Igual, alcaldesa de la capital cántabra, y el el regidor valenciano, Joan Ribó.

El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, afirmó que "no hemos superado la capacidad de carga de la ciudad", pero cree conveniete planificar para evitar que se produzca ese tipo de situaciones, ya que el "el problema puede venir de una sobre afluencia no controlada".

El vicepresidente ejecutivo y consejero delegado de Meliá Hotels International, Gabriel Escarrer, reconoció que "me inquieta mucho la turismofobia". En su opinión, se repite la misma situación que se produjo en los años 60, cuando el turismo empezó a despuntar en España y se construyeron numerosos establecimientos en la costa sin una planificación.

"Ahora se cometen los mismos fallos en los cascos de la ciudades, gracias a plataformas como Airbnb", indicó. Y apeló a la necesidad de controlar estas plataformas, que son "un mero tablón de anuncios", sin asumir responsabilidades, cuando "a mí no se me ocurriría comercializar un hotel que no esté al orden en licencias", añadió.

La secretaria de Estado de Turismo, Matilde Asián, clausuró el evento.

El consejero delegado de NH Hotel Group, Ramón Aragonés. señaló que este tipo de alojamiento constituye "un fraude fiscal masivo, es pura economía sumergida", y calificó de irresponsables al Estado y a las administraciones locales por no establecer una regulación.

El presidente de Cehat, Joan Molas, resaltó que "los hoteles cumplen más de 200 normativas y las viviendas turísticas ninguna, con lo cual competimos en diferentes condiciones".

Además, Aragonés mostró su rechazo por las tasas turísticas. Mientras que el alcalde de San Sebastián, Eneko Goia, defendió la necesidad de implantar una figura impositiva para ayudar al Ayuntamiento a dar una buena respuesta a las exigencias de los viajeros.

Para José Luis Zoreda, vicepresidente ejecutivo de Exceltur, "el Estado es el único que puede controlar esta situación. Sin embargo, la secretaria de Estado, Matilde Asián, afirmó que es competencia de las comunidades autónomas, que son muy diversas por lo que el Gobierno no puede fijar una norma única. Incluso cree que los ayuntamientos, a través de la FEMP, tienen un papel muy importante en esta cuestión por us cercanía a los ciudadanos.

Respecto a la implantación de tasas turísticas, afirmó que la aportación fiscal de los españoles ya es suficiente, ya que equivale a 168 días de su renta.

Amancio López Seijas, presidente de Hotusa, moderó la segunda mesa de debate, en la que participó el alcalde de Valencia, Joan Ribó; el presidente de Cehat, Joan Molas; el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; el consejero delegado de Iberostar, Aurelio Vázquez; el alcalde de San Sebastián, Eneko Goia, y el presidente ejecutivo de Iberia Express, Fernando Candela.

Durante la jornada también se presentó el segundo informe UrbanTUR