El uso del big data en las empresas españolas ha crecido un 30%
El 62% de ellas está aplicando técnicas innovadoras para el uso de datos masivos
Publicada 27/05/17
- La inversión mundial en big data se acerca a los 116.000 millones de euros, siendo Asia-Pacífico, y en concreto China, la región que más se apoya en esta herramienta
- En el sector turístico los grandes paquetes de datos derivados de los teléfonos móviles, redes sociales y terminales de punto de venta (TPV) abren todo un mundo de posibilidades
- La privacidad de los datos, las políticas de seguridad y la transparencia son los principales retos para el futuro del big data en el sector
El incremento del uso del big data en las empresas españolas se ha situado en el último año en torno a un 30%, según los datos de Economista.es recogidos por Ostelea en su informe, que también revela que el 62% de ellas está aplicando técnicas innovadoras para el uso de datos masivos, con Barcelona como líder nacional. No en vano la inversión mundial en big data se acerca a los 116.000 millones de euros, según OBS, siendo Asia-Pacífico, y en concreto China, la región que más se apoya en los datos en el proceso de toma de decisiones de negocio (53%).
Los efectos del big data en la economía crecen de forma exponencial y las empresas lo consideran eje crucial para reorganizar el negocio. La aplicación de este tipo de iniciativas en el ámbito empresarial se ha centrado en la reducción de costes operativos (49,2%) y los esfuerzos por crear nuevas líneas de innovación (44,31%), según la encuesta realizadas por Det Norske Veritas. Las compañías con más de 1.000 empleados son las más optimistas, viendo su potencial en un 60,4% de los casos.
Instituciones públicas y empresas se están adecuando para adoptar y gestionar las nuevas tecnologías. En el sector turístico los grandes paquetes de datos derivados de los teléfonos móviles, redes sociales y terminales de punto de venta (TPV) abren un amplio abanico de posibilidades para mejorar los servicios respondiendo de una forma proactiva al anticiparse al comportamiento del mercado y de los clientes.
Así, el big data permite aumentar la competitividad, la rentabilidad y la diferenciación de un destino, así como desestacionalizar su actividad turística, siempre que el sector se centre en el cliente con un enfoque holístico que involucre a todos los actores, en alianza con las instituciones públicas. Un cliente que ha dejado de ser un mero consumidor a convertirse en un ‘prosumidor’ (del inglés prosumer) que deja una amplia huella digital cuya información puede ser gestionada e interpretada por parte las empresas turísticas.
A partir de los números de teléfonos activos por país, se puede determinar, por ejemplo,el origen de los visitantes, sus preferencias de destino, y la estancia media.
Por sectores
Dentro del ámbito turístico el sector hotelero, según apuntan desde Ostelea, “puede ganar muchos beneficios de la explotación de los grandes volúmenes de datos procedentes de las reservas de los clientes y de los generados durante la estancia, lo que contribuye a una reducción de los costes y a un aumento de la facturación”.
En transportes el big data constituye “una enorme oportunidad para reducir y optimizar los tiempos, disminuir las emisiones y el consumo de combustible”. En cuanto a las OTA, “Destinia y Atrápalo, junto con startups como Smartvel, son punteras en su utilización de cara a la personalización de sus paquetes de viaje”.
“La privacidad de los datos y el establecimiento de políticas de seguridad que tutelen al cliente y limiten la fuga de información, garantizando al mismo tiempo la transparencia, son los principales retos para el futuro del big data en el sector turístico”, concluyen desde Ostelea.
El informe de Ostelea se encuentra disponible en el documento adjunto.
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