Aterriza la robótica: aviones sin pilotos y aeropuertos sin controladores
Los profesionales españoles abordan el tema
Publicada 25/07/17- Boeing probará en 2018 un avión tripulado sin pilotos y ya hay aeropuertos cuyo control aéreo se gestiona a distancia
- Una máquina o robot actuará según unos parámetros predeterminados, pero es la genialidad humana la que marca la diferencia, sólo el ser humano garantiza la seguridad aérea
- El objetivo de la industria es que la EASA permita la gestión simultánea del control del tráfico aéreo de varios aeropuertos por la misma plantilla
Boeing probará en 2018 una nueva tecnología que permitirá operar el primer avión de pasajeros sin pilotos. Ya hay torres de control sin controladores aéreos, la gestión del tráfico aéreo se hace a distancia. ¿La autonomía llegará a la aviación? Los profesionales españoles responden hasta dónde es realidad y hasta dónde ficción.
Recientemente, Boeing ha revelado sus planes de desarrollar aviones autónomos y su intención de probar la nueva tecnología el próximo año. Según el vicepresidente de desarrollo de productos del fabricante de flota estadounidense, Mike Sinnett, los elementos básicos ya “están disponibles” y lo aseguró nada menos que en las reuniones informativas previas al Paris Air Show. La NASA viene desarrollando un proyecto similar, aunque con objetivos estrictamente militares.
¿Dónde está el piloto?
En la actualidad, los aviones ya pueden despegar, aterrizar y navegar con sus ordenadores y están equipados con sistemas de gestión de vuelo que determinan la mejor trayectoria, pero basada en el plan de vuelo introducido por el piloto. Ariel Shocron, director del Departamento Técnico del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla), señala que, efectivamente, ya se están haciendo pruebas con aviones autónomos, monitorizados desde tierra por operarios o pilotos entrenados, “pero hasta ahora sólo se realizan misiones militares o restringidas. La fiabilidad del sistema es bastante alta, aunque se han producido accidentes, incluyendo alguna colisión con aviones tripulados”.
En cuanto a la aviación civil, agrega que “en contra de lo que mucha gente piensa, los aviones realizan en la actualidad aproximaciones y aterrizajes completamente automáticos, pero siempre es necesario que un piloto, con la experiencia y conocimientos necesarios, monitorice la operación”.
La genialidad humana
Shocron destaca que no sólo es cuestión de tecnología, porque técnicamente podría ser posible, “pero el factor humano es lo que puede hacer decisiva la seguridad en caso de un fallo. Es la combinación de entrenamiento, experiencia y conocimiento la que garantiza cualquier tarea que realiza el ser humano, y la aviación no es ninguna excepción”.
Explica que la experiencia y la capacidad de resolución y asociación de ideas del humano es lo que puede hacer que un fallo resulte en un incidente y no una catástrofe. “Una máquina, ordenador o robot actuará en atención a unos parámetros predeterminados, pero es la genialidad humana la que marca la diferencia”.
Los factores imprevistos
En ello coincide Iván Gutiérrez, director general técnico del Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (Copac). “La operación aérea implica una continua toma de decisiones por parte del comandante como máximo responsable del vuelo”. Señala que lo crítico es en escenarios de meteorología adversa, emergencias médicas a bordo, fallos en los sistemas del avión, etc., cuando las tripulaciones han de actuar con rapidez, precisión y coordinación y tomar la decisión más adecuada valorando muchos parámetros basados en la experiencia, formación y entrenamiento continuo que reciben durante su carrera profesional.
“Los pilotos somos un elemento de seguridad, el último eslabón en la cadena de profesionales que intervienen para que el avión sea el medio de transporte más seguro. Nuestra visión de la operación aérea es única, y somos quienes estamos en las cabinas de vuelo y volamos junto a nuestros pasajeros. Este hecho es muy importante, ya que nos lleva a tomar decisiones con la máxima responsabilidad, en una profesión directamente vinculada a la seguridad de las personas”.
No obstante, señala que la aviación se destaca por la investigación, desarrollo e innovación en la introducción de nuevas tecnologías y automatismos en favor de la seguridad y la eficiencia de las operaciones. “No es posible predecir el futuro y quizá más adelante vuelen aviones sin pilotos en condiciones de seguridad, pero no parece una opción cercana en el tiempo”.
Control a distancia
En cuanto al control del tráfico aéreo, la situación es diferente. En este caso, algunos aeropuertos están probando torres cuyo control aéreo es "remoto” de las empresas tecnológicas Saab, sueca, Thales, francesa, las cuales permiten a los controladores sentarse a cientos de millas de distancia para monitorear las operaciones a través de cámaras de alta definición y sensores. La tecnología es lo suficientemente sensible como para penetrar la niebla y la detección de animales salvajes en las pistas.
Los primeros experimentos han sido realizados en el Aeropuerto Internacional de Örnsköldsvik, de Suecia, cuyo tráfico es gestionado por controladores a más de 100 km, en el Aeropuerto de Sundsvall-Timra. La experiencia ha sido seguida por varios aeropuertos de Australia y un aeropuerto ejecutivo de Estados Unidos, apoyado por la Asociación Nacional de Controladores de Tráfico Aéreo.
Hasta el momento se había probado en aeropuertos de baja densidad operacional. Sin embargo, el primer experimento en aeropuertos de tráfico regular lo está haciendo Italia entre los dos de Milán, Linate y Malpensa, y el Aeropuerto de London City anuncia que se convertirá en el primer aeropuerto del Reino Unido en construir y operar una torre digital de control del tráfico aéreo, con nuevas herramientas de visualización que modernizarán y mejorarán la gestión del tráfico aéreo.
Carrera tecnológica
Alfonso Guerrero, responsable internacional de Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) y vicepresidente de ATC-EUC (European Unions Coordination), señala que ya hay aeropuertos de densidad media que se están planteando funcionar con torres remotas. “El objetivo inicial de no tener a controladores aéreos trabajando en aeropuertos lejanos y escaso tráfico ha variado y, en estos momentos, se argumenta la reducción de costes y una mejora de la seguridad, y ambos argumentos son seriamente cuestionables”.
Por otra parte, señala que el gran objetivo de la industria, en parte por los costes, en parte por la escasez de controladores, “es lograr que la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) permita y regule la gestión simultánea del control del tráfico aéreo de varios aeropuertos por la misma plantilla”. Guerrero puntualiza que, en principio, los controladores no rechazan esta tecnología, pero exigen que se cumplan una serie de requisitos que permitan una operación segura.
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