La bajada de tarifas del AVE desvía la demanda del autobús al tren

Así lo revela el Barómetro del Autobús correspondiente al segundo cuatrimestre de 2013, elaborado por la patronal con la asistencia técnica de Analistas Financieros Internacionales (Afi) y que presenta un análisis de la coyuntura del sector en términos de demanda, precios y costes, clima empresarial y perspectivas de las empresas operadoras. No es el primer alerta que lanza el sector (ver: Las empresas de autobuses atribuyen su déficit a la bajada de precios del AVE) y que coincide con las cifras del informe mensual del Instituto Nacional de Estadística (INE), del que se desprende que las tarifas del AVE siguen robando demanda doméstica al avión y al autobús.

La bajada de tarifas del AVE desvía la demanda del autobús al tren

“De nuevo la larga distancia en autobús desciende un 8,7% frente a la subida del 16,5% del ferrocarril”, afirma Asintra, destacando que “las mayores caídas se observan, una vez más, en los servicios de media y larga distancia, que se reducen en 3,15 millones y 493.000 en el número de viajeros, respectivamente, al compararse con los registros del segundo cuatrimestre de 2012”.

Asintra señala en el análisis que la fuerte competencia intermodal que representan los servicios de alta velocidad de Renfe ha contribuido generosamente a la caída del autobús regular de larga distancia, motivada por la desviación de la demanda de transporte hacia el ferrocarril en que ha derivado la agresiva política de precios del operador ferroviario RENFE explica en parte el deterioro de los servicios de autobús regular de larga distancia.

“Los viajeros en tren de larga distancia aumentaron en el segundo cuatrimestre un 16,4% (1,3 millones de viajeros más). Si esta estrategia de precios perdura en los próximos años, el impacto del trasvase de pasajeros puede llegar a comprometer la viabilidad económica de las líneas de autobús regular coincidentes con los corredores de AVE y el equilibrio territorial en servicios de transporte.”.

Asimismo, señalan que el estancamiento de la demanda interna y la maltrecha situación que persiste en el mercado laboral sigue lastrando la demanda de transporte, que disminuye en 42,7 millones de viajeros.