La cadena española Prestige Hotels ha abierto un nuevo hotel en Barcelona, iniciando así un plan de expansión centrado en la apertura de diferentes establecimientos tanto en la Ciudad Condal como en Madrid y la Costa del Sol en los próximos cinco años, según informa Josep Maria Piera, miembro del Consejo del grupo hotelero.
La cadena española Prestige Hotels ha abierto un nuevo hotel en Barcelona, iniciando así un plan de expansión centrado en la apertura de diferentes establecimientos tanto en la Ciudad Condal como en Madrid y la Costa del Sol en los próximos cinco años, según informa Josep Maria Piera, miembro del Consejo del grupo hotelero.El primero de estos hoteles, el Prestige Paseo de Gracia, se inauguró el pasado jueves en Barcelona. Se trata de un hotel de cuatro estrellas en régimen de explotación. No obstante, la estrategia de Prestige Hotels es construir o remodelar sus propios establecimientos y, a excepción del Prestige Paseo de Gracia, son titulares del resto de inmuebles. Prestige está construyendo un edificio de viviendas en la Via Laietana de Barcelona y prevé iniciar en enero un nuevo proyecto hotelero en Pedrosa (L'Hospitalet de Llobregat, Barcelona). El hotel de Pedrosa tendrá unas 170 habitaciones y, según el calendario previsto, entrará en servicio en 2004. Piera explicó que "nos han concedido un hotel en la localidad cordobesa de Lucena, estamos detrás de varias cosas en Madrid, tenemos otro proyecto en Ubrique (Cádiz) y dos o tres más en la Costa del Sol". "Queremos ser propietarios de lo que tenemos, pero si no es posible estamos abiertos a gestionar los establecimientos", agregó y aseguró que "no tenemos problemas financieros y tenemos los recursos necesarios para llevar nuestro plan de expansión a cabo". Prestige Hotels es una empresa familiar que nació en Roses (Girona) en 1964, donde tiene cinco hoteles. Además, el grupo dispone también de otros activos inmobiliarios, como restaurantes, casas adosadas, solares y otros edificios. El hotel Prestige Paseo de Gracia está en pleno centro del Eixample y dispone de 45 habitaciones, con cinco suites. El edificio, originario de 1897, fue comprado a principios de siglo por Pedro Salisach y utilizado como residencia familiar y oficinas. El nuevo Prestige está inspirado en el Hempel y el One Aldwich de Londres, el SoHo Grand Hotel y el Mercer de Nueva York. Dispone de habitaciones con jardín japonés y pretende distinguirse por "su originalidad y su diseño". Entre las curiosidades del establecimiento, figura el hecho de que "todo se puede comprar". El cliente puede adquirir cualquier objeto de la habitación que le agrade, a excepción de los cuadros, y los productos del minibar, que son gratuitos. Dispone de un servicio de información de 24 horas, "The Zeroom", en el que empleados del hotel facilitan a los clientes entradas para espectáculos, datos sobre algún sitio en concreto de la ciudad, la carta de todos los restaurantes de Barcelona y también les hacen las compras. (HOSTELTUR)
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