Agencias y TTOO europeos reflexionan sobre la turismofobia
Publicada 10/08/17
- Los sites de alojamiento habían “impulsado el crecimiento y fueron impulsados por el crecimiento” del turismo, indica Tanzer
- ETOA: “las acciones violentas de una minoría no son representativas y no deberían impedir que la vida normal"
- "Un exceso de demanda es un buen problema al que enfrentarse: su solución requerirá imaginación y determinación", apunta Fairhurst
En medio de un debate que se ha convertido en el tema turístico del verano, como apuntaba ayer mismo HOSTELTUR noticias de turismo en Nunca tantos hablaron tanto y tan mal del turismo, la asociación de agencias de viajes británicas ABTA y la Asociación de Turoperadores Europeos (ETOA) han aportado una experta reflexión sobre las causas de la turismofobia.
Mientras la asociación británica apunta a los portales de alquiler turístico en el origen del problema, los turoperadores europeos mencionan la necesidad de una planificación turística a largo plazo y con la participación de todos los agentes involucrados en la solución al conflicto.
Durante su participación en un programa de la emisora Radio 4 de la BBC, el director ejecutivo de ABTA, Mark Tanzer, ha señalado que la predominio de websites del tipo de Airbnb está provocando que los gobiernos no tengan fácil el controlar el número de turistas, que habitualmente habían estado moderados por medio de la concesión de licencias hoteleras, según recoge el diario británico ttg.
Y añadió que quienes tienen poder para hacerlo también debería considerar qué tipo de turistas quieren atraer másque poner el acento en el incremento en cuanto a número.
Tanzer dice que los sites de alojamiento habían “impulsado el crecimiento y fueron impulsados por el crecimiento” del turismo. “Pienso que ellos (quienes protestan) son indicativo de la presión que están creando”, añadió. También señaló que estos portales estan generando que los viajeros se sitúen en áreas tradicionalmente residenciales donde el ruido se están convirtiendo en un problema.
El directivo de ABTA recordó el potencial que el turismo tiene para generar riqueza en áreas que tienen poco potencial económico de otra manera. Lo que recomienda es gestionar el turimo “más por valor que por puro volumen”.
De su lado, el presidente de ABTA, Noel Josephides, comentó a The Times que las protestas son una “señal de alarma” y añadió que son una “gran vergüenza” pero seguramente “veremos más” porque el motivo de lo que está sucediendo es que los gobiernos locales no han estado tomando en serio las señales del hacinamiento que se estaba produciendo. Josephides ha recomentado a los turistas británicos que usen su sentido común, se mantengan vigilantes y eviten lugares donde podría haber riesgo.
ETOA: “una minoría no es representativa”
Tim Fairhurst, Jefe de Estrategia y Política de ETOA, comentó respecto a quienes usan la frase “tourist, go home!”: "Irse a casa" es lo que los turistas hacen, pero con sus fotos y sus recuerdos. La pregunta sigue siendo: ¿dónde deberían elegir gastar su dinero antes de esa vuelta al hogar?, ¿cuándo lo que debería ser una calurosa bienvenida se reduce a mera aceptación y termina convertida en antagonismo activo?”
Y remarca que “las acciones violentas de una minoría no son representativas y no deberían impedir que la vida normal continuase tanto para los residentes como para los visitantes y aquellos que les prestan a éstos servicios. Pero, ¿qué es ‘normal’ para los destinos turísticos más populares de Europa?”
Existe “una preocupación acerca de la calidad de los empleos que genera el turismo, y recientemente se han aumentado las restricciones tanto a la capacidad como al crecimiento del mercado de alojamiento destinado a cortas estancias entre particulares, dado el impacto estructural que este tipo de negocio tiene en la comunidad local: compartir casa es una cosa, la pérdida de la propiedad alquilable disponible para los residentes y su impacto en el vecindario local, la idiosincrasia del barrio y la cadena de suministro, es otra. ¿Se ha convertido esto en lo ‘normal’?
Desde los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992, la reputación de la ciudad como destino ha crecido, recuerda Fairhurst. Los gobiernos nacionales, regionales y locales han invertido mucho dinero en potenciar la infraestructura turística durante las últimas décadas. Las compañías aéreas de bajo coste han proliferado, y la presencia de cruceros en el puerto se ha disparado. “No nos puede sorprender que hayan llegado los turistas”. El volumen de noches de alojamiento reservadas en hoteles por parte de turistas internacionales fue de más de 16 millones en 2016. Incluyendo las excursiones de día, el número de visitantes anuales supera los 30 millones en Barcelona.
Por otro lado, “las restricciones recientes a la nueva capacidad hotelera, así como los ya mencionados esfuerzos para controlar el crecimiento del mercado de alojamiento destinado a cortas estancias entre particulares, han sido una respuesta por parte de las autoridades locales al impacto que el turismo provoca en la ciudad; el éxito a largo plazo necesitará un enfoque más holístico”.
“Barcelona ha identificado correctamente el reto al que se enfrenta, la gestión de una ciudad turística y no la gestión del turismo en una ciudad, dos cosas muy distintas. Pero éste no es un desafío que se vaya a resolver con medidas a corto plazo; será necesaria una estrategia a largo plazo bien planificada, construida a base de pleno consenso en el que todas las voces tengan cabida”, añade.
La economía asociada al flujo de visitantes “es una parte esencial del tejido social y comercial”. Los empleos que dependen de ella “van mucho más allá de los típicamente asociados con la industria”. Pero cuando la comunidad percibe este flujo como una amenaza, los responsables políticos deben actuar, así como la industria: “lo último que quieren unos y otros es exponer a sus visitantes a esa resentimiento creciente hacia el turismo”.
Fairhurst recuerda que “las razones que impulsan a un turista a elegir un destino son inestables, y no hacen falta muchas más noticias como las recientes aparecidas en la prensa para provocar un cambio en sus intenciones. España está recibiendo turistas que en otros años hubieran visitado otros países del Mediterráneo, y este volumen adicional ha impulsado el pico de verano de este año a números nunca antes alcanzados. Un exceso de demanda es un buen problema al que enfrentarse: su solución requerirá imaginación y determinación por parte de la comunidad, los responsables políticos y la industria, y sobre todo mucho seny , un rasgo muy catalán”.
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